Esta es una versión mia de los kebab albanos. Se asemejan mucho a la elaboración aunque en la receta original no se suele utilizar carne de cerdo para elaborarlos, pero claro habrá que sacar partido a uno de los animales que tenemos que tener en un pedestal en nuestro país ya que ha servido de alimentos para muchísimas generaciones de familias en la península ibérica.
En esta receta he empleado zumaque que es una especia de la familia anacardiaceae en forma de bayas de color rojizo oscuro que se encuentran o bien enteras o molidas y normalmente es usado en la cocina de oriente medio. Aunque hoy en día se pueden encontrar extendidos por la zona mediterránea en bordes de caminos y carreteras, recuerdos de antiguos cultivos que crecen ahora de forma salvaje.
En los usos tradicionales el zumaque es utilizado para curtir pieles porque posee grandes cantidades de taninos. Y en la cocina que es lo que nos interesa, se dice que los romanos lo empleaban como acidulante sustituyendo el limón o el vinagre y es muy posible que se usara para elaborar vinagretas.
Si no encontráis zumaque, podéis sustituirlo por curry rojo, garam masala, o algún preparado de especias para pinchitos que se venden en los mercados, para darle un sabor muy parecido.
Ingredientes:
- Para los kebab:
3oo grs. de carne picada de cerdo y ternera
Un buen puñadito de tomillo seco
Un buen pellizco de bayas de zumaque molidas
Un puñadito de pistachos pelados
Sal y pimienta negra recien molida
Aceite de oliva
Pan de pita
2 hojas de lechuga, picadas en tiras finas
1 tomate maduro, cortado en daditos
½ cebolla roja, cortada en juliana
Palitos de brochetas
- Para la salsa de yogur:
1 pepino pequeño, cortado en dados muy pequeños
1 yogur natural griego
Un buen manojo de hojas de menta fresca, picada
El zumo de ½ limón
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra
Elaboración:
Primeramente echamos en el mortero los pistachos y con golpecitos suaves para no machacarlos demasiado, vamos dándole para que se vayan rompiendo un poco, porque no queremos polvo de pistachos, sino que nos queden trocitos para cuando lo mezclemos con la carne y lo comamos notemos la textura crujiente.
Colocamos la carne en un bol y espolvoreamos por encima con el tomillo seco, el zumaque, los pistachos, un chorrito de aceite de oliva, salpimentamos generosamente y con las manos lo mezclamos bien como si fuesemos a hacer hamburguesas o albondigas.
Ahora vamos cogiendo pequeños pegotitos de nuestro preparado y vamos envolviendo cada palito con la carne picada, apretando bien con los dedos formando una especie de puritos, se que cuando lo hagáis pensaréis, uff esto no tiene muy buena pinta, pero no os preocupéis que así se hace y queda genial.
Ponemos una plancha al fuego y cuando esté bien caliente doramos por todo lados nuestras brochetas.
Mientras tanto colocamos en un plato plano la lechuga, el tomate en daditos cortado y la cebolla y dejamos reservado a un lado.
Ahora vamos a hacer la salsa de yogur, echamos en un cuenco el pepino junto al yogur griego, el zumo de limón, un pellizco de sal y pimienta, la menta picada y por último el aceite de oliva, removiendo bien para que todo se mezcle. Probamos y si hace falta añadiremos otro poco de zumo de limón porque tenemos que conseguir un sabor con un toque ácido.
Cuando tengamos todas nuestras brochetas listas, en la misma plancha (así luego no tendremos que fregar mas cacharros) pasamos ligeramente por las dos caras los panes de pita, así el calor los volverá flexibles.
Y para comerlos montamos en los panes un poco de lechuga, tomate, cebolla, encima colocamos la brocheta, una buena cucharada de salsa de yogur y con cuidado enrollamos hasta conseguir nuestro preciado kebab que será nuestro y de nadie más... personal e intransferible... Que aproveche!!
2 comentarios:
cuanto se aprende en estos blogs, me quedo con tu receta
Muchas gracias Rocio! :)
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