jueves, 8 de agosto de 2013

Sorbete de sandía y aroma de azahar

Dando una vuelta por el mercado descubrí en el puesto de frutas y hortalizas sandía amarilla!! Wow pensé, pues no la había visto en mi vida, así pues me llevaré una porque no quiero quedarme con la curiosidad de probarla! :)
Cuando llegué a casa la abrimos para probar su sabor, y si os soy sincero... ups, no nos gustó mucho. Realmente no está mal del todo pero no llega a tener el dulzor de la variedad roja. Entonces me dije, colega que vas a hacer con ella?? y se me vino a la mente un delicioso, gustoso y fresco sorbete de sandía, así le saco partido a su color peculiar y disfrutamos tomando este postre, que con esta calor...!!
Antes de daros la receta, quería contaros un poco acerca de esta preparación y la historia mágica que guarda. Un postre clásico y hay quien dice que puede ser el predecesor de los helados, con la diferencia de que estos últimos se usa ingredientes grasos como leche, nata y en ocasiones yema de huevo. Personalmente no me atrevería a afirmar esto, pues aunque son dos preparaciones que en su elaboración necesitan frío, las veo a mi parecer diferentes en texturas y sabor... (vaya, que no tienen nada que ver una con la otra... aunque cierto es que nacieron casi en el mismo tiempo).
Se sabe que durante la Dinastía Shang en China, gobernado por el emperador Tang (618-697 a. C.) se mezclaba zumo de fruta, en ocasiones leche e hielo picado sirviéndose en la corte, considerado un delicioso manjar. Con el tiempo la receta o mas bien el método pasó a la India, Persia (Iran en la actualidad) y posteriormente a Grecia y Roma.
En el año 400 a. C. en Persia se elaboraba un plato elaborado a base de agua de rosas, pulpa de fruta e hielo, similar a los sorbetes que conocemos en la actualidad, servido entre la nobleza durante los meses cálidos de verano. Quizás el pueblo persa hubiese dominado la técnica de almacenar hielo traído de las montañas en contenedores llamados ya-chal. Estos recipientes se colocaban en cuevas subterráneas bien ventiladas para intentar mantener el mayor tiempo posible el hielo en perfectas condiciones de solidificación. La técnica pasó a usarse en los demás pueblos y culturas extendiéndose en poco tiempo por el amplio territorio de Oriente Medio.
En la ciudad de Bagdag, los califas llamaban a los sorbetes "Sharbets", una especie de preparación helada con zumo de frutas de textura mas bien líquida, pero muy refrescante.
Si nos remontamos tiempo después Alejandro Magno (356 a. C.-323 a. C.) mandaba a preparar una mezcla de nieve traída de los Alpes con zumo de fruta y miel, ofrecida a sus tropas durante las campañas militares o servido en su palacio cuando este regresaba de las conquistas.
Un poco mas adelante en la época del grandioso Imperio Romano se puede comprobar que sus habitantes también imitaron el gusto por enfriar bebidas como agua o vino o la mezcla de zumos de frutas, miel e hielo picado traído de las montañas alpinas, permitido solo a las clases mas acomodadas. Uno de los emperadores famosos que le encantaba servir en sus celebraciones este postre helado era Nerón Claudio César Augusto Germánico o mas conocido como el Emperador Nerón (37-68 d. C.), recogido en varios escritos de la época.
A pesar de esta refrescante y dulce preparación ya era conocida tiempo atrás, como os he contado, no cobró su máximo protagonismo hasta la Baja Edad Media en Italia, gracias al navegante Marco Polo que trajo durante su regreso de uno se sus viajes a Oriente por la ruta de la seda, varias recetas de postres helados usados en Asia durante cientos de años y que permitían congelar cualquier mezcla, incluso el añadido de leche (aquí nace el helado en Europa, tal y como lo conocemos hoy en día). Estos preparados fueron bien aceptados por la corte italiana, extendiéndose al resto de Europa en poco tiempo.
En el siglo XVI durante el reinado de Carlos V, en España se elaboraban sorbetes con nieve de las montañas y así nació el oficio de nevero, un trabajo donde destacó en Madrid Pablo Xarquíes nacido en Barcelona y que fundó unos depósitos subterráneos de hielo, conocidos como "pozos de nieve" y servía para proveer a toda la ciudad tanto en los mercados para conservar los alimentos como para medicinas, además de enfriar bebidas durante los meses mas cálidos del verano en la corte. La nieve la traían los trabajadores de dicho oficio desde la sierra de Guadarrama. Oficio que se mantuvo tiempo después a la comunidad árabe y judía.
Mucho mas tarde durante la época Victoriana cobró una pincelada aún mas de esplendor el sorbete, pues se comentaba los beneficios de favorecer la digestión durante los largos banquetes servidos.
Y os podría contar algo mas acerca de este rico postre pero en cierta manera en un punto de la historia el sorbete y el helado se dieron la mano para caminar largo tiempo juntos en gran parte de la historia gastronómica, así que no aburro mas y os paso la receta que nos encantó!!

Ingredientes:
1/2 kg. de pulpa de sandía, sin pepitas
170 grs. de azúcar blanco
El zumo de 1/2 limón
1 cuch. de agua de azahar
1 clara de huevo (opcional)
Un pellizco de sal
Elaboración:
Molemos con la batidora o procesador de alimentos la pulpa de la sandía hasta quedar una especie de zumo. Reservamos a un lado.
Ahora en un cazo a fuego suave haremos un almíbar ligero con el azúcar, unas gotas de agua y el zumo de limón; dejando templar.
Si queréis incorporar la clara de huevo al preparado, aportará una textura extra y delicada a vuestro rico sorbete de sandía, así que simplemente tendréis que montarla a punto de nieve con un pellizco de sal.
En un recipiente redondo apto para congelar echaremos la pulpa de la sandía junto con el almíbar ligero, el agua de azahar e iremos incorporando con movimientos suaves ayudados de una lengua de pastelería la clara hasta que esté homogéneo. Tapamos con un pliegue de papel film la preparación y llevamos al congelador como mínimo de 3 a 4 horas (dependiendo de cada congelador), removiendo con una cuchara, varilla manual o tenedor cada 30 min. aprox. para ir aportando algo de aire, romper los cristales de hielo formados y de esta forma nos quedará una textura esponjosa, quebradiza y suave. Un toque fresco y distinguido para disfrutar en cada momento! Feliz verano seres mágicos!!



Sugerencias: Ni que decir os tengo que podéis usar sandía de la variedad roja, por si no os convence esta y también se puede sustituir el almíbar por miel, pero os recomiendo que uséis menos cantidad ya que la miel endulza mucho mas que el azúcar.

8 comentarios:

the sisters kitchen dijo...

Qué curiosa la sandía amarilla!. Hace pocos días leí que se cultivaban en una región de Salamanca, será cuestión de probarla... tu receta me viene de perlas porque justo buscaba algo similar. Besos!

Manu dijo...

También he leído algo de su cultivo por tierras de Salamanca pero la desconocía por completo hasta hace bien poco. Si os animáis a preparar este sorbete os encantará!! ;)

Mamen dijo...

Buenos días Manu!

Me parece una receta interesante y nada mejor que tomar algo así para soportar estos calores que están haciendo. En Murcia, algunos días han sido tan intensas las temperaturas que parecía que estábamos en el desierto de Atacama! Un horror!!! Así que voy a ver si hago este sorbete y me refresco! Que me vendrá de perlas.

Espero que estés pasando un bueno verano.

Un beso!

Manu dijo...

Se bien lo que dices Éowyn, pues los días de calor lo llevo bastante mal, será que ya paso tela en la cocina!! jejeje
Me hace bien que te animes a preparar este sorbete y espero que te guste tanto como a nosotros, sea por aportar un toque fresco en estos días de verano. Bsss mágicos!

Unknown dijo...

Sencillamente refrescante!!!. Que tal estas Manu?? aqui sigo en modo ninja pero siguiendo todas vuestras publicaciones. Yo soy de Salamanca y tengo que decirte que esta variedad de sandia se cultiva por la zona de Ciudad Rodrigo, Vitugudino etc...y como se dice que en casa del herrero cuchillo de palo tengo que decir que yo no la he probado :(
Muchos besotes

Manu dijo...

Hola Cris! Cuanto tiempo sin saber de ti. Por aquí todo bien, mucho calor, jejejejeje como era de esperar (es la magia del verano mediterráneo).
Agradezco el apunte que haces de la sandía amarilla, me ha gustado leerte! Cuídate muxo. Te mando un bss XXL!!

cutis graso dijo...

Me parece super refrescante para estas temperaturas! a probar la receta se ha dicho... luego te cuento como me quedó

besos!
Helena

Manu dijo...

Pues ya me cuentas Helena a ver que te parece la receta del sorbete!! Saludos y feliz noche mágica de Jueves! :)