martes, 25 de marzo de 2014

Coulant de chocolate

Este pequeño y delicioso bizcochito de chocolate con interior fundido, nació en el año 1981 de la mano del chef francés Michel Bras en su restaurante llamado Aubrac, situado en la ciudad de Laguiole (Departamento Aveyron, Francia). Quizás me atrevería a decir que puede ser uno de los postres más copiados y versionados que recuerdo ahora mismo, aunque originalmente la elaboración consta de dos partes; el interior consistente en un ganache de chocolate aromatizado al gusto y luego se vierte en cubiteras pequeñas congelándose. A la hora de prepararlos se monta el bizcocho y se vierte en los moldes elegidos hasta la mitad, colocando en el interior de cada uno, un cubito congelado de ganache y se tapa con otro poco de masa de bizcocho, dándole un ligero golpe de horno. ¿Qué pasa aquí?, pues el bizcocho queda bien cocido, mientras que el interior no llega a cuajar quedando líquido; toda una delicia!
Aquí os presento una versión rápida por si queréis improvisar en la cocina o si llegan invitados inesperados a casa, este postre es ideal, ya que podéis congelar la masa (aguantará unos 2 meses en el congelador) y estará esperando a que le deis un golpe de cocción en el horno. Si por el contrario no pensáis en congelar, pues metéis los moldes rellenos en la nevera y tendrá vida para 1 semana.
Dice el maestro Bras "preparad el coulant como mejor gustéis, pero no olvidar que debe haber una armonía entre todos los ingredientes para no confundir el sabor final"
Ahh se me pasaba en deciros que vulgarmente al postre coulant se le llama "muerte por chocolate", dedicado a los chocoholic golosos!!

Ingredientes:
120 grs. de chocolate 70% pureza
70 grs. de mantequilla
3 huevos ecológicos
60 grs. de azúcar
Un pellizco de sal
60 grs. de harina de trigo
20 grs. de cacao en polvo
1 cuch. de azúcar avainillado
La ralladura de 1/2 naranja
Elaboración:
Poner un cazo con un poco de agua a fuego medio y en cuanto rompa a hervir, colocamos un recipiente que aguante el calor encima evitando que toque el agua y derretimos al baño María el chocolate con la mantequilla, un pellizco de sal, el azúcar avainillado y la ralladura de naranja. Dejamos a un lado reservado.
En un bol grande batir los huevos con el azúcar hasta que doblen el volumen (blanqueen). Seguidamente añadiremos suavemente el chocolate derretido, la harina con el cacao en polvo tamizado y removemos con una lengua de pastelería hasta que nos quede una mezcla homogénea y ligera (tiene que tener textura similar a las natillas). A continuación rellenamos los moldes deseados 3/4 partes de su capacidad porque mientras se cuecen suben un poquito el volumen, y a la nevera aprox. 1 hora para que tome consistencia.
Justo cuando falten 15 minutos, precalentar el horno a 180º C. Colocáis los moldes sobre una bandeja y al horno unos 14 minutos (si la masa la habéis congelado, entonces necesitará unos 18 minutos). Dejarlos enfriar un poco antes de desmoldar y tomarlos aún templados con una bolita de helado al gusto, azúcar glass por encima, virutas de chocolate... etc



Consejos: ¿Habéis oído alguna vez la frase: cada horno es un mundo?, pues en esta receta se puede aplicar al 100%. Entonces os recomiendo que probéis a hornear 1 solo y estad atentos al tiempo que tarda en estar en su punto. Recordad que por dentro tiene que quedar líquido para cuando metáis la cuchara, la "lava" de chocolate fluya sobre el plato, mientras vuestro paladar pide a gritos probarlo!!

Nota: He usado pequeños moldes individuales de silicona para muffins en la preparación del postre y con las cantidades que os doy en la receta saldrán unas 6 unidades medianas; por si lo queréis tener en cuenta. Mas adelante os contaré otras recetas y variantes para preparar coulants, ahora os invito a que probéis estos!!

3 comentarios:

Belen dijo...

No se porque lo suelo hacer mas en épocas navideñas. Pero es un postre riquísimo y fácil que se puede comer siempre..........bueno de vez en cuando jaja
Besinos

carmen - Rezetas de Carmen dijo...

Aunque siga viendo muchas recetas de este postre, me sigue gustando mucho, no me canso.
besos,

Manu dijo...

Quizás lo mejor de este postre es la deliciosa sorpresa que se lleva quien la primera vez que lo prueba, tras meter la cuchara y salir el corazón de chocolate!! :)