Tournedó de cerdo al Roquefort

En el artículo anterior os he contado las partes del solomillo en términos de cocina para que tengáis una idea y sepáis diferenciarlos. He optado por cocinar esta parte del solomillo mas bien por estética y veáis lo sencillo que es marcaros una cena elegante y distinguida en un plis plas!

Ingredientes:
4 medallones gruesos de solomillo de cerdo
1/2 cebolla, picada muy fina
Un chorrito de aceite de oliva
Una ramita de tomillo fresco
Sal y pimienta blanca recién molida
Una nuez de mantequilla
200 ml. de nata espesa para cocinar
100 grs. de queso roquefort
Elaboración:
Lo primero que vamos a hacer es salpimentar por las dos caras los medallones de solomillo de cerdo junto con las hojitas de tomillo picadas toscamente y regamos con un chorrito de aceite de oliva por encima, dándoles un suave masaje para envadurnarlos ligeramente. Dejamos a un lado reservados.
En un cazo derretimos la nuez de mantequilla a fuego muy suave, añadiendo un chorrito de aceite de oliva para ayudar a la mantequilla a fundir sin quemarse y dará un toque de fondo a la salsa rico. Salteamos la cebolla picada bien fina hasta que veamos que comienza a volverse transparente. Ahora incorporamos la nata junto con el trocito de queso roquefort removiendo con una varilla manual o un cucharón para ir derritiendo el queso y se vuelva una salsa homogénea, salpimentando al gusto.
Sin quitar ojo a la salsa, ponemos una sartén a fuego medio y en cuanto tome temperatura doramos (sauté) los medallones de solomillo hasta que hayan tomado un ligero color (aquí ya es gusto de cada uno, para mi por ejemplo me gustan "al punto" y les dejo unos 2 min. por cada lado, pero si lo queréis mas hecho dejáis un poco mas de tiempo). Apartamos del fuego, emplatamos y servimos con un poco de salsa por encima. La que sobre la vertemos en un cuenco salsero con una cucharilla para que cada comensal se sirva más si lo desea. Bon Appétit!!