He rescatado una receta que ha sobrevivido en el tiempo tal y como lo preparaban las personas de antaño en la ciudad donde hace unos cuantos años nos adoptó con mucho cariño, Málaga. El ajoblanco, una deliciosa sopa fría para estos días de tanto calor estival, con dos versiones; la tradicional tal y como aún se prepara en algunos hogares y la versión rápida para quien no tiene ganas de complicaciones en la cocina. Espero os guste!
Ingredientes:
120 grs. de almendras crudas
2 dientes de ajo, pelados
1 litro de agua mineral fría
200 grs. de pan del día anterior (sin la corteza, solo la miga)
Un chorro de aceite de oliva
Un chorrito de vinagre de vino blanco
Sal marina
Elaboración:
Ponemos en un bol a remojo un ratito con agua fría el pan partido en trozos, para que se y vuelva blanco.
Mientras tanto, en un cazo con agua hirviendo escaldaremos un minuto las almendras y las retiramos con una espumadera a un plato (esto es simplemente para poderlas pelar con facilidad).
Ahora en el mortero majamos los dientes de ajo con las almendras y un pellizco de sal, seguidamente añadir las migas de pan bien escurridas e ir mezclando hasta formar una pasta. Seguidamente agregar el aceite en hilo fino y removiendo sin parar con la maza del mortero hasta ver que todo está bien ligado y homogéneo. Incorporaremos un chorrito de vinagre y este preparado lo echaremos a un bol donde se añade el agua mineral sin dejar de remover para crear una crema muy ligera y de color blanco (si quedase con muchos grumos podéis pasar la batidora para hacerla mas fina de textura). Probamos y rectificamos de sal y añadir más aceite o vinagre si fuese necesario.
Y la versión rápida para no complicaros, comenzamos remojando en pan en un bol y escaldáis en agua hirviendo las almendras como en el modo tradicional. Luego echamos todos los ingredientes en un vaso de batidora o procesador de alimentos y batir hasta que nos quede una mezcla ligera y homogénea de color blanco. Probamos y rectificamos de sal o cualquier otro ingrediente que echéis en falta como unas gotitas de vinagre, aceite de oliva... etc. A continuación para las dos versiones, llevamos a la nevera nuestro ajoblanco como mínimo 3 h. para que enfríe, antes de tomarlo bien fresquito.
Sugerencias: El ajoblanco siempre se suele acompañar de tacos de melón o uvas, pero si queréis probar algo diferente servirlo con jamón serrano, u otra fruta a elegir siempre que sea de temporada.
6 comentarios:
Una delicia de plato, me resulta una pasada huuuuu.Besosss
Yo le tengo ganas, nunca lo he probado, pero me gusta el ajo y supongo que me gustará.
Bss
sencillo de hacer y la verdad q con un sabor de lo mas rico. delicioso
Bien fresquito es perfecto para combatir el calor!
Ana de JUEGO DE SABORES
No he probado nunca el ajo blanco, pero tiene una pinta deliciosa, así que voy a hacerlo que hoy hace calorcito y apetece algo fresco
Besicos
Si no lo habéis probado, estoy seguro que os gustará, siempre y cuando no tengáis problemas con el toque de ajo que lleva! Gracias por vuestras visitas a mi cocina y feliz verano mágico!! :)
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