Filetitos de pollo salteados con cebolla y zanahorias

Quizás sea esta receta la que recuerdo mejor de mi feliz infancia en los días de verano, cuando mi madre lo solía preparar para almorzar o cenar. Es muy fácil de hacer y siempre teniendo en cuenta que estamos en plena temporada en la huerta de zanahorias, es una forma de incluir en nuestro cuerpo un aporte de vitamina A para mejorar la vista entre sus múltiples propiedades y para los que sois un poquito blanquitos de piel os dáis un bronceado extra tomando esta maravillosa hortaliza.
También muy recomendado para quien quiere hacer dieta porque no tiene muchas calorias y es ligerita de comer.

Ingredientes:
2 filetes de pollo
1 cebolla mediana, pelada y cortada en juliana
2 dientes de ajo, pelados y cortados en láminas
2 zanahorias medianas, peladas y cortadas en rodajitas
1/2 vaso de vino blanco
1 vaso de agua
Sal y pimienta
Una pizca de tomillo seco
Aceite de oliva
Elaboración:
En una cazuela grande con un buen chorro de aceite de oliva, sofreimos ligeramente la cebolla y los ajos pero sin que llegen a tomar mucho color. Ahora incorporamos las zanahorias y dejamos cocinar a fuego bajo unos 3 min.
Mientras tanto, salpimentamos generosamente los filetes de pollo por las dos caras.
Cuando veamos que las zanahorias han comenzado a ponerse un poco tiernas, agregamos los filetes de pollo dándoles la vuelta para que se doren por los dos lados. Regamos con el vino blanco y dejamos unos minutos para que el alcohol se evapore. A continuación echamos el vaso de agua, espolvoreamos con el tomillo seco y cocinaremos otros 10 min. con la cazuela semi-tapada hasta que reduzca un poco y se forme una salsita, removiendo de vez en cuando para evitar que los filetes queden demasiado secos.

 

Nota: Esta receta está indicada para los que no tenéis tiempo de pasar mucho tiempo en la cocina pero no queréis renunciar a comer sano, pues aquí está la solución... Que aproveche!!