miércoles, 28 de diciembre de 2011

Crema de mariscos

Como ya dije, se acercan estos días tan señalados y que mejor empezar la cena de noche vieja con esta crema de mariscos tan rica y que abrirá el apetito hasta en los paladares más exigentes!

Ingredientes:
1 cebolla blanca, picada fina
2 zanahorias, peladas y cortadas en rodajas
1 puerro mediano, picado
1 tomate maduro, cortado en dados
6 langostinos grandes cocidos
2 vasos de caldo de pescado o agua
Un buen puñado de arroz
1/2 vasito de brandy
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Elaboración:
Pelamos los langostinos separando las cabezas por un lado y los cuerpos por otro. Reservar a un lado.
En una cazuela grande con un chorrito de aceite, sofreímos toda la verdura menos el tomate, hasta que tomen un poco de color. Incorporamos las cabezas de los langostinos removiendo para que suelten todo su jugo.
Flambearemos con el brandy e incorporamos el tomate en dados, dejando que se cocine unos 10 min. con la cazuela tapada.
Pasado este tiempo, añadiremos el caldo de pescado y dejamos que rompa a hervir. Luego echamos el arroz y lo dejamos hasta que se pase (no os preocupéis, pues el arroz hará como espesante para nuestra crema).
Salpimentamos y trituramos con la batidora y después lo pasamos por un chino. Nos debe de quedar una textura de crema ligera, añadiendo un poco más de agua si lo necesita o si nos ha quedado un poco líquida dejaremos al fuego unos minutos más, para que espese un poco.
Servimos con los langostinos reservados.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Bubble and squeak

Un clásico en la cocina inglesa este plato de aprovechamiento que siempre se prepara para acompañar las sobras del día después de nochebuena (christmas roast) o de los asados del domingo (sunday roast). Los británicos se toman muy en serio las celebraciones tanto de los domingos como de la navidad y hacen verdaderas delicias en la cocina para disfrutar en torno a la mesa con sus seres queridos.
No hay una receta madre para el bubble and squeak, simplemente consiste en cocer verduras variadas junto con la mitad de la cantidad de patata y luego se saltean en una sartén con mantequilla formando una especie de torta o tortilla, ya que la patata hace de consistencia para mantener las demás verduras sin necesidad de usar huevo.
En Irlanda existe una versión parecida llamada colcannon, que consiste en puré de patata, repollo o col rizada y cebolla. Y en Escocia encontramos el conocido rumbledethumps que consiste al igual que los otros platos en verduras junto con puré de patata pero cuando está todo bien mezclado se echa en un recipiente para hornos, se espolvorea con queso cheddar y se gratina unos minutos. Si sustituis la mantequilla por nata, entonces se le conoce como kailkenny muy consumido en el Condado de Aberdeenshire en Escocia.

Ingredientes:
Zanahorias, colinabos, chirivías, nabos, coles de bruselas, coles rizadas o de Milán y el 50% de peso de patatas
1 cuch. grande de mantequilla
Un buen chorrito de aceite de oliva
6 castañas cocidas o en almíbar (opcional)
Sal y pimienta negra recién molida
Elaboración:
Para esta receta y como somos dos en casa, he usado 2 zanahorias, 6 coles de bruselas, 6 castañas cocidas y 2 patatas medianas mas o menos la mitad del peso de las demás verduras, para que haya equilibrio de sabores.
Ponemos una olla con agua ligeramente salada a hervir y cocemos unos 25 min. las zanahorias y las patatas. Las coles con 5 min. al final vale, porque tampoco queremos que queden mustias. Luego retiramos del fuego y escurrimos bien.
Ahora en una sartén grande echamos un buen chorrito de aceite de oliva y la cucharada de mantequilla. En cuanto comience a derretirse agregamos las castañas y las verduras, salpimentamos generosamente, salteándolo todo unos minutos. Después con ayuda de un prensa-patatas manual iremos aplastando bien toda la verdura y removiendo para que no quede apelmazada. Cuando tengamos las verduras listas, pondremos un plato encima de la sartén del mismo diámetro y como si se tratase de una tortilla de patatas, iremos dando vueltas al bubble and squeak hasta que quede ligeramente doradito por ambos lados. Y listo para se disfrutado como se merece!



Sugerencia: Si sois aventureros/as y queréis ir mas allá, le podéis añadir los restos de carne por ejemplo de un pollo asado y mezclarlo con las verduras para darle así un vuelco diferente a vuestro bubble! Os dejo a vuestra imaginación!

sábado, 24 de diciembre de 2011

Arroz con codornices y castañas

Otra propuesta navideña, alejándome un poco de los asados para cocinar algo diferente, pero sin perder el toque de estas fechas mágicas. Esta receta la preparé para un trabajo práctico cuando estuve en la escuela de hostelería y desde aquel entonces a formado parte de mi recetario particular!

Ingredientes:
4 codornices
Un puñado de castañas
2 dientes de ajo, pelados y cortados en láminas
1 cuch. de pimentón dulce
1 tomate maduro, cortado en dados pequeños
1 litro de caldo de codorniz
1 ramita de romero
Un chorrito de brandy
Arroz (un puñado por persona)
1 ramita de apio, picada fina
2 zanahorias, peladas y picadas
2 cebolletas, picadas finas
2 hojas de laurel
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Elaboración:
Practicamos unos cortes en cada castaña por el lado mas abombado con un cuchillo y tostamos en una sartén tapada hasta que veamos que están doradas por fuera. Dejamos que templen y pelamos con cuidado para que queden enteras.
Sacamos los muslos y las pechugas de las codornices (si no sabéis hacerlo, lo podéis pedir a vuestro carnicero que seguro que con una buena sonrisa y unas palabras amables os lo hará sin problemas, pero recordad que le tenéis que pedir los caparazones de las aves, pues os servirán para hacer el caldo).
En una cazuela grande con un chorrito de aceite de oliva, doramos los caparazones de las codornices junto al apio, las zanahorias y las cebolletas. Cuando veamos que las verduras empiezan a tomar color, añadiremos el brandy dejando que el calor evapore el alcohol.
Luego incorporamos el laurel, el romero y el litro de agua, dejando que cueza todo junto sobre 1 hora. Esto será el caldo de las codornices.
Mientras tanto en otra cazuela con un chorrito de aceite de oliva, doramos ligeramente los muslos y las pechugas de las codornices. Incorporamos los dientes de ajo, el pimentón, el tomate y salpimentamos al gusto. Tapamos la cazuela y dejamos unos minutos para que la carne coja color.
Añadiremos el caldo colado de las codornices a la cazuela de la carne, incorporaremos las castañas peladas y el arroz dejando a fuego bajo unos 15 min. hasta que el arroz esté hecho.


Nota: Me tenéis que perdonar por la baja calidad de la foto, es que cuando la hice no tenía la cámara y fue desde el móvil, pero prometo que cuando lo vuelva a preparar cambio la foto! feliz navidad!

viernes, 23 de diciembre de 2011

Salmón en papillote con salsa de soja

Aquí os dejo una receta para navidad o fin de año de pescado. Después de las peticiones que habéis tenido muchos de vosotros cocinillas, para que pusiese una receta de pescado para estas fiestas a través del correo. Es muy fácil de hacer y como siempre digo, para chuparse los dedos!

Ingredientes:
2 rodajas de salmón
1 zanahoria grande, pelada y cortada en rodajas finas
1 pimiento verde, sin semillas y cortado en daditos
1 cebolleta, picada fina
Salsa de soja
Aceite de girasol
Elaboración:
Precalentamos el horno a 200º C.
Mezclamos en una sartén un chorrito de aceite de girasol junto con un chorrito de salsa de soja en frío (no se os ocurra añadir la salsa de soja con el aceite caliente, pues empieza a chisporrotear y os podríais quemar). Acercamos al fuego y cuando esté caliente sofreímos la verdura unos 10 min.
Mientras tanto colocamos en el centro las rodajas de salmón en dos pliegues de papel de aluminio o papel vegetal y vertemos el salteado de verdura por encima. Añadimos un chorrito de salsa de soja y tapamos formando unos paquetitos. Lo horneamos unos 15 min.


Nota: Cocinar en papillote o papillot es una técnica de cocina francesa que consiste en la cocción de un alimento en un envoltorio resistente al calor, como puede ser un papel de aluminio o papel vegetal. Normalmente se utiliza pescado o verduras por su consistencia blanda y rápido cocinado.
Si no os gusta el salmón, lo podéis hacer con otro tipo de pescado, pues queda igual de bien y rico.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Roscos de Navidad

Esta receta la encontré hace un tiempo haciendo limpieza en mi pequeña biblioteca que tengo en la cocina con mis joyas culinarias en forma de libros. Entre medio de uno de ellos había un pliegue de papel amarillento, lo saqué y comencé a leerlo; pues estaba dentro de un libro que mi abuela me regaló hace ya bastantes años, uno de esos libros de recetas antiguas. Aunque se leía bien el escrito, tardé algo de tiempo en descifrarlo gastronómicamente hablando, ya que las medidas eran como antiguamente se hablaba "harina la que admita", "un poco de leche"... así que armado con lápiz, papel, un peso y un medidor de líquidos, comencé a preparar estos pequeñines y apuntar para daros los ingredientes como tiene que ser! Así que, aquí está el resultado!

Ingredientes:
700 grs. de harina de trigo
200 grs. de azúcar blanco
200 ml. de leche entera
150 ml. de aceite de girasol
1 sobre de levadura seca (gasificante)
2 huevos ecológicos
1 cuch. de canela molida
3 cuch. de azúcar anisado o 1 cuch. de semillas de anís
La ralladura de 1 naranja y de 1 limón
Aceite de girasol o vegetal para freír
Azúcar glass o miel para cubrir los rosquitos
Elaboración:
En un bol grande echamos primero la harina junto con la levadura, las ralladuras de los cítricos, el azúcar y el azúcar anisado o las semillas de anís ligeramente majadas en el mortero y la cuch. de canela. Mezclamos todos los ingredientes y hacemos un hueco en el centro del preparado donde echaremos la leche, los huevos y el aceite e iremos mezclando bien con ayuda de un cucharón grande con movimientos circulares de fuera hacia dentro hasta que veamos que todo está bien ligado. Cuando nos cueste trabajo remover, será el momento de meter las manos en la masa y sacarlo todo a la encimera enharinada para amasar bien, hasta que nos quede una masa elástica y firme. Volvemos a colocar la masa en el bol y dejamos reposar unos 15 min. para que se asiente.
Pasado este tiempo, ponemos una sartén a fuego medio con un buen chorro de aceite de girasol o vegetal e iremos cogiendo pequeños pegotitos de masa y dándole forma de cilindro para luego enrollarlos formando rosquitos. Estos pequeñines los freiremos en el aceite bien caliente por ambas caras hasta que nos queden bien dorados. Conforme vayan saliendo del aceite los colocamos sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa y en cuando estén templados, los espolvoreamos con azúcar glass o miel, como prefiráis, están riquísimos de las dos maneras!







Consejos: En ocasiones y dependiendo del tamaño de los huevos que se vayan a usar, tendréis que añadir un pellizco más de harina, si notáis la masa demasiado húmeda!

martes, 20 de diciembre de 2011

Pestiños navideños (una herencia de familia)

He pasado unos días en el pueblo en casa de mis padres y entre otras cosas a parte de disfrutar de mi familia, e ir a varios sitios que teníamos pendiente... he cocinado muchísimo, tanto que me he ganado la receta de los pestiños que mi madre heredó de sus antepasados y como primogénito que soy, he tenido el honor de recibir esta rica creación que tiene mucha historia en mi familia! Ahora lo comparto en mi blog para que la preparéis y acordaros que para mi es una verdadera herencia en forma de delicia navideña!

Ingredientes:
1 kg de harina de trigo
3 cuch. de anís en grano (matalahuga)
4 cuch. de ajonjolí (sésamo)
250 ml. de aceite de girasol
300 ml. de vino blanco seco o vino fino
Un pellizco de sal
La monda de 1 naranja
Aceite vegetal, para freír
Azúcar o miel para rebozar al final
Elaboración:
Comenzaremos esta receta tostando en una sartén las semillas de sésamo unos minutos, hasta que veamos que están ligeramente doradas. Retiramos, lo vertemos en un cuenco y dejamos a un lado reservado.
Ahora en la misma sartén echamos el aceite de girasol y en cuanto esté bien caliente, agregaremos la monda de la naranja y 1 cuch. de anís en grano, dejándolo a fuego bajito unos 2 min. porque con esto se consigue que el aceite se aromatice. Apagamos el fuego y dejamos que temple, retirándole la monda de la naranja.
Las 2 cuch. que nos quedan de anís en grano, las majamos bien en el mortero hasta que quede un polvo fino.
Luego en un bol o un lebrillo (especie de bol grande hecho de barro u otro material) echamos la harina, las semillas de sésamo tostadas, las 2 cuch. de anís majadas, un buen pellizco de sal y formamos en el centro un volcan donde verteremos el aceite aromático y el vino blanco seco. Con ayuda de una cuchara de madera iremos mezclando con movimientos circulares de fuera hacia dentro hasta que veamos que queda todo bien mezclado. En cuanto nos cueste trabajo remover, nos enharinamos las manos y la mesa de trabajo y sacamos la masa, amasando con genio por lo menos unos 10 min. hasta que nos quede firme y elástica. Tapamos con un paño y dejamos reposar 15 min.
Pasado este tiempo, pondremos una buena cantidad de aceite vegetal en una sartén a fuego medio y mientras se va calentando, vamos cogiendo pequeños pegotes de masa y con la palma de las manos aplastamos hasta que quede una torta bien fina. Entonces uniremos dos extremos en el centro, o bien le pasáis el rodillo y cortáis la masa en forma de cuadraditos, uniendo las dos puntas en diagonal en el centro formando una pajarita... como queráis! Estos pequeñines los iremos friendo en el aceite bien caliente hasta que veamos que están dorados por todos lados, colocándolos sobre papel de cocina para retirar el exceso de aceite.
Ahora si lo queréis con azúcar, simplemente espolvoreamos por encima y a comer! Y si sois algo mas exigentes (como yo) calentamos 7 cuch. de miel en un cazo junto a 2 cuch. de agua hasta que esté todo bien derretido, sin que llegue a hervir y vertemos de uno en uno los pestiños unos segundos para enmelarlos!


Nota: Estos son los dulces típicos de Andalucía que antiguamente se preparaban en reunión de todas las mamas en vísperas de navidad, en torno a la masa y elaborándolos entre cantos de villancicos y alguna que otra copita de anís.
Este postre al igual que muchos que hoy en día conocemos es de origen morisco, como resultado de muchos siglos de dominación musulmana dejando como resultado estas delicias tan ricas.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Barquitas de apio con paté de olivas de la Provenza

Propuse hace unos cuantos días, en mi grupo del facebook un juego donde el protagonista fuese una verdura que casi siempre pasa desapercibida en la cocina y que se "pierde" en guisos, sopas, cocidos... estoy hablando del Sr. Apio. Y me pregunto yo!, porque no darle el lugar que le corresponde en la cocina con un juego?, a parte que nos divertimos mucho, conocemos las múltiples formas de prepararlo, saliendo un poco de la rutina de siempre!.

Ingredientes:
2 tallos de apio, bien lavados y cortados en trocitos de unos 5 cm.
150 grs. de aceitunas negras, sin hueso
2 cuch. de alcaparras encurtidas
1 diente de ajo, pelado
1 ramita de romero sin el tallo
Un buen pellizco de tomillo seco
Un chorrito de aceite de oliva
El zumo de 1/2 limón
Un trocito de queso red cheddar, cortado en bastoncitos o en pétalos
Un pellizco de pimienta negra, recién molida
Elaboración:
Disponemos en primer lugar, sobre un plato grande los tronquitos de apio.
Ahora en el procesador de alimentos o en el vaso de la batidora echamos los demás ingredientes triturándolos hasta que quede una pasta, e iremos probando por si necesita un poco mas de pimienta, zumo de limón... etc, esto es al gusto de cada uno. A mi personalmente me gusta que tenga algo de carácter porque así potencia el sabor fresco del apio.
Luego con ayuda de una cucharilla, por ejemplo, iremos colocando pequeños pegotitos de nuestro delicado paté de olivas sobre las barquitas de apio y por encima colocaremos los bastoncillos de cheddar. Ya tenemos las barquitas de apio listas para zarpar a nuestro paladar.


Sugerencia: Lo que os sobre de paté, lo metéis en la nevera y os aguantará bien por lo menos 1 semana, pudiéndole dar un toque diferente a unas hojitas de endibia, cogollos de lechuga o simplemente sobre unas rebanadas de pan que las habremos previamente untado con un poco de queso cremoso al gusto.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Mi Blog es Co2 Neutral

Hace un tiempo, recibí un correo con una maravillosa propuesta, y ahora me he decidido a seguir adelante porque es por una buena causa, quizás una de las mejores causas: ayudar a la Madre Gaia!. Os cuento, los chicos de geniale.es me han traído una iniciativa con el título ¿Quieres plantar un árbol de forma gratuita y anular las emisiones de dióxido de carbono generadas por tu blog, convirtiéndose en un blog de impacto cero? Y como voy a decir que no, si puedo ayudar a contrarrestar las emisiones de dióxido de carbono generadas por mi ordenador, ofreciendo a cada persona que tenga un blog la posibilidad de sumarse a este estupendo proyecto. 

Este proyecto "Mi blog es de Impacto Cero", ha sido desarrollado por geniale.es en colaboración con iplantatree.org, una organización ecológica sin fines de lucro que en los últimos 2 años ha plantado más de 68.000 árboles.
Y como podéis hacerlo? pues simplemente tenéis que entrar en su web "Un blog un árbol" y seguir los pasos, no os llevará mas de 5 min. Así que no dejéis pasar esta oportunidad de poder hacer algo por la naturaleza y entre todos echar una mano para que este planeta sea un mundo mejor.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Merengue

El famoso postre elaborado con claras de huevos batidas hasta el punto que doblan su tamaño, tornando a un color blanco con la textura espesa y azúcar que casi siempre se usa glass. Luego a este azúcar se le puede incorporar diferentes ingredientes aromáticos como vainilla, canela, coco rallado, almendras molidas... Es un postre dulce, suave y bastante ligero ya que en gran parte está compuesto por burbujas de aire encerradas durante el proceso de batido (haciendo en el paladar de quien lo prueba una sensación para los sentidos difícil de describir con palabras). Este será bien a mano con varilla manual preferiblemente o con la batidora eléctrica, primero con movimientos lentos y luego se va acelerando hasta que veamos que queda bastante firme. La prueba será cuando pinchemos en el centro con un tenedor por ejemplo y no se caiga se mantenga en pie, o si volvemos del revés el bol donde tenemos el merengue no se cae su contenido.
Podemos encontrar dos texturas; una es blanda si lo preparamos de la manera clásica (simplemente con el batido y la incorporación del azúcar) y la otra es una textura dura por fuera y tierna por dentro que se consigue secándolo en el horno a temperatura bajita hasta que pierda gran parte de su humedad, pero esto ya os lo diré un poco mas adelante.
Antiguamente en Francia se solía tomar como un aperitivo a media tarde quitando un poco la ansiedad del hambre hasta la cena (de ahí el nombre de "merienda" haciendo referencia a la palabra merengue). Principalmente servido en salones de té y cafés para la gente distinguida, pasando posteriormente a ser asequible a todo los ciudadanos porque era un producto barato y muy rápido de elaborar.

¿Pero de donde proviene exactamente este postre tan curioso?
Pues existen varias teorías o leyendas que cuentan que el inventor fue un pastelero italiano llamado Mateo Gasparini por el año 1720. Este hombre residía en Meiringen pueblo suizo y se supone que de ahí proviene el nombre. Otra teoría cuenta que lo inventó un cocinero que estaba al servicio del rey polaco Estanislao Leszczynski, basándose en una receta alemana y que proviene de la palabra polaca marzynka que significa "fantasías".
Aunque si se sabe con seguridad, es que los primeros merengues se sirvieron en la ciudad francesa de Nancy en la corte de ese mismo rey polaco. La hija de este, tenía fama de ser una chica muy golosa y apasionada de estos dulces y en cuanto contrajo matrimonio con Luis XV los puso de moda en la corte. Tiempo después María Antonieta de Francia y esposa de Luis XVI, también se enamoró de estas delicias cobrando mucho mas protagonismo, ya que se inventaron otras variedades como el laborioso vacherin (postre formado por anillos de merengue apilados uno encima de otro con una base de merengue o de bizcocho y dentro de ese hueco formado se rellena de múltiples ingredientes como crema pastelera, helado, frutas rojas, crema chantilly...) incluso en muchas ocasiones ella misma en los retiros que hacía al castillo de Trianon para su descanso, ayudaba a elaborarlos con sus propias manos.
En España se hace mención por primera vez al merengue en una obra de Juan de la Mata en 1747 llamada "El arte de la repostería" colocándolos en buen lugar ya que dedica un capítulo entero a este dulce, definiéndolo así: "Aunque pequeña obra, es cómoda para valerse en caso de necesidad por la prontitud con que se elabora y además de ser muy buena para adornar, es muy gustosa. Hacese del azúcar más selecto".
La forma actual que conocemos de los merengues de forma de conitos con esos surcos tan característicos creados por la boquilla de la manga pastelera se lo debemos a un cocinero francés llamado Antoin Carême ya que hasta principios del siglo XIX a los merengues se les daba forma con una cucharilla antes de hornearlos. A esta manera de hacer merengues se le conoce en España como dulces suspiros.

La mágica transformación del merengue
Las claras de huevo están compuestas en su mayoría por agua y proteínas (albúmina y ovoalbúmina) contenidas en el huevo. En cuanto comencemos a batirlas formando la espuma característica e irán entrando burbujas de aire en su interior y las proteínas se encargarán de unir el aire con el agua dilatándose y así doblando su volumen (caso parecido ocurre cuando hacemos mayonesa en la emulsión de aceite y agua).
Al principio cuando empezamos a batir, las burbujas contenidas son grandes y conforme se sigue batiendo se van haciendo mas pequeñas y gracias al calor producido por el batido, las proteínas rodearán las burbujas evitando que se escape el aire, por eso se dejásemos de batir por la fuerza de la gravedad, las claras bajarían y las burbujas subirían escapándose del conjunto.

Trucos para hacer el mejor merengue del mundo
Todos los pasteleros/as coinciden en una cosa, las claras tienen que estar fuera de la nevera un tiempo para que tomen temperatura ambiente, incluso se pueden poner cerca de una fuente de calor y batirlas para que monten mejor.
El azúcar casi por lo general se debe de añadir al final una vez estén montadas porque el azúcar disuelve las proteínas y si la añadimos mientras están montando estas tienden a unirse con el azúcar y esto dificulta el montado (montan pero tarda el doble de tiempo). También se dice que si usamos azúcar glass en vez de azúcar normal será mejor, porque se disuelve antes.
El batido como bien se sabe, tiene que ser continuo y a la misma velocidad para no romper de golpe la introducción de las burbujas de aire.
Otro punto a tener en cuenta, es que las claras no contengan ningún resto de yema (un truco es cascar los huevos recién sacados de la nevera, en frío y luego dejar reposar un tiempo como dije antes las claras a temperatura ambiente) y que los recipientes a emplear para esta operación estén completamente limpios y secos, sin restos de grasas, gotas de agua o suciedad.
Si añadimos un pellizco de sal antes de comenzar a montar las claras, estás subirán mucho mejor ya que el preparado se vuelve mas consistentes y estables.
Algunos expertos que conozco me han aconsejado que también influye la temperatura ambiental y es mejor hacer esta elaboración a ser posible en días secos para que no haya humedad y evitar que no monte bien. También me aconsejaron que es mejor batir las caras cerca de una ventana para así permitir entrada de aire y monten mas rápidamente. Yo si queréis mi consejo, saltaría este paso!.
El montado tiene su punto concreto y no os paséis batiendo porque llega un punto en que no admite mas aire y se volvería correoso y algo líquido.
Otro viejo truco que casi nunca falla es calcular el doble de peso de las claras de azúcar, se dice que es por lógica y siempre tiene que salir bien (podéis pesarlas en un cuenco o bol y después el doble de peso de azúcar).

¿Se puede hornear el merengue?
La respuesta a esta pregunta por si alguien no la sabe es: sí, se puede hornear.
Pero como funciona dentro del horno y por que no es bueno abrirlo mientras está horneando? porque las burbujas de aire se dilatan con el calor y se evapora el agua por eso queda esponjoso, coagulando la albúmina y las proteínas contenidas formando una capa crujiente por fuera. Si se abre el horno durante la cocción las burbujitas se deshinchan por el cambio brusco de temperatura y cuando volvamos a cerrar la puerta de nuevo las partículas de proteínas se solidifican mucho mas rápido y bajando el volumen ya que no le dará tiempo a las burbujas de aire a volver a subir. Así que no se debe de abrir la puerta del horno por lo menos durante los primeros 30 min. de cocción.
La temperatura de horneado nunca debe superar los 100º C ya que en realidad no es un horneado sino un secado que puede llegar hasta las 2 h., pero claro está, depende también de que tipo de horno tengamos y si vemos que dora demasiado rápido se puede bajar la temperatura hasta los 80º C para evitar que se queme.
Cuando horneemos merengue este tiene que ser justo después del batido para evitar que con el tiempo vaya perdiendo aire y comience a rezumar almíbar dando un resultado malo al final.
Algunos pasteleros/as dicen que si el día es húmedo el tiempo de horneado tendrá que ser mucho mayor para que se seque bien y no quede con textura chiclosa. Yo personalmente lo hago a ojo y voy viendo a través del cristal la transformación que va sufriendo a lo largo del horneado.
Para algunas creaciones como cubiertas de tartas de merengue, existen unos sopletes para una vez listos, pasar por toda la superficie calor, dorándola y creando una capa crujiente.

Tipos de merengues
Merengue francés o merengue común:
Esta es la preparación mas clásica de los merengues que consiste en batir las claras hasta que monten y añadir el azúcar. Se puede hacer tanto a mano como con batidora a una velocidad lenta al principio y luego se va aumentando para que nos quede mas consistente.
Este es el merengue que menos aguanta montado y si se deja un tiempo, irá perdiendo volumen hasta que baja considerablemente, por eso es mejor utilizarlo en el momento o como yo digo, hacerlo y comerlo.
El azúcar usado puede ser granulado o azúcar glass (en polvo) si es granulado tendremos que batir mas tiempo para evitar que los granitos de azúcar queden enteros pudiéndose disolver en la preparación. O en algunos casos para evitar esto se añade azúcar glass así se incorpora mas rápidamente y evitaremos este problema.
El azúcar siempre se debe añadir despacio y en forma de lluvia para no romper la estructura de las burbujitas de aire contenidas en la espuma del batido.
Hay dos formas de añadir el azúcar:
Uno es dividir la cantidad que vayamos a utilizar en tres partes y se irá añadiendo primero al principio, la otra a medio montar las claras y por último al final una vez estén firmes (a esta operación se le conoce como cerrar las claras). Otra forma es añadir todo el azúcar al final haciendo de esta una textura consistente y prietas aguantando algo mas de tiempo montadas.
Ahora que ya tenemos el merengue listo, pues lo tomamos en el momento, lo utilizamos para cubrir alguna preparación o lo podemos secar en el horno sobre una bandeja forrada de papel vegetal a 90-100º C unas 2 h.
Merengue suizo:
Quizás sea el merengue mas complejo y complicado que existe, ya que se hace echando las claras en un bol junto con el azúcar y se coloca en otro recipiente al baño María, haciendo que los cristales de azúcar se disuelvan a temperatura media y favorecer con el calor el montaje de las claras pero evitando el riesgo que se cuajen. No hay que sobrepasar los 50-60º C de temperatura así que esto es lo que hace de este preparado el mas difícil de todos, pudiéndolo comprobar con un termómetro de cocina para ver que temperatura alcanza durante el batido y retirándolo del fuego, sin dejar de remover para conseguir montar el merengue firme.
Su puede utilizar para cubrir tartas o como rellenos de infinidad de postres ya que es de todos los demás, el merengue que mas estable queda después de su elaboración.
Se puede secar en el horno, aunque por lo general se usa como dije antes para rellenos o coberturas de tartas en forma de rosetones, pudiéndole dar un toque con el soplete de cocina para dorar la superficie haciendo mas atractiva la tarta en cuestión.
Hay quien le echa al principio unas gotas de zumo de limón a las claras para que cuando monten tengan un color mas blanco.
Merengue italiano:
Este merengue es para mi, el mejor si queréis que se mantenga firme durante bastante tiempo por si os sobra de una preparación o simplemente si queréis adelantar los preparativos de un postre.
Este merengue se elabora batiendo las claras con un pellizco de sal a punto de nieve y mientras tanto se pone a fuego un cazo donde habremos echado el doble de peso de azúcar que de claras con un poco de agua, lo suficiente para cubrir el azúcar y se deja que se forme un almíbar. Este almíbar tiene que alcanzar la temperatura de 116º C y estar a punto de bola floja y por si no sabéis que es bola floja, es un término que se usa para determinar la consistencia del almíbar y para este caso se comprueba colocando la punta de una cucharilla dentro del almíbar y luego se sumerge inmediatamente en un vaso de agua fría (no se os ocurra tocar el almíbar con las manos porque está a una temperatura altísima) y con la yema de los dedos cogemos el almíbar frío y hacemos una especie de bolita pero un poco pegajosa, eso es el punto de bola floja. De todas formas mas adelante en otro artículo os enseñaré algunos términos empleados en repostería por si os encontráis en alguna receta estas palabras y sepáis que son. Existe otro truco para saber si el almíbar está en su punto y es sumergiendo una espumadera en el almíbar y soplando sobre uno de sus agujeritos, si vemos que forma una especie de burbuja, eso significará que ya está.
Ahora con mucho cuidado y sin dejar de batir las claras, vamos agregando el almíbar en forma de chorrito fino para no romper la estructura del merengue (si os puede ayudar alguien en casa, mejor), lo que ocurre con esto es que al verter el almíbar caliente sobre las claras, estas se cocerán ligeramente dando como resultado una textura muy firme que aguantará una vez montado varios días sin perder su forma. Dejamos enfriar y listo.
Este merengue es ideal para los macarons franceses, mousses, soufflés...


Nota: En algunos libros de repostería o algunos expertos denominan al estado que alcanza las claras a punto de nieve, como estado frothy que literalmente significa espuma.
Un consejito que os doy por si os atrevéis a preparar algo muy diferente, es sustituir el azúcar por la misma cantidad de miel, lo único que el merengue final quedará con un color un poco mas oscuro, pero de sabor está riquísimo.
También cuando preparéis alguna masa de bizcocho que lleve huevo, podéis separar las claras de las yemas y estas montarlas a punto de nieve y luego tendréis que ir añadiendo primero un poco de claras montadas a la mezcla del bizcocho, nunca al contrario, e ir uniendo con ayuda de una lengua de pastelería con movimientos envolventes para que no pierda volumen. Así cuando lo se hornee queda una preparación muy esponjosa.