domingo, 7 de febrero de 2021

Fudge de chocolate


Si tengo que colocar en un primer lugar de una lista un postre especial para las personas "chocoholic" o mejor dicho amantes del chocolate, diré estos pequeños bocaditos tan ricos son los que se llevan el gran premio.
Sabéis quienes me conocen que no soy muy fans de los postres tan dulces y este por ejemplo os puede parecer a simple vista, pero si seguís leyendo o mejor dicho si os animáis a prepararlo siguiendo mi receta, creo que os enamorará!!


Pero, ¿qué es fudge? Para saber un poco más, "fudge" proviene de una palabra norteamericana que engloba una especie, diré, de cortaditos de dulce de azúcar, tipo caramelos cristalinos de consistencia ligeramente blanda, aunque yo hice una versión de chocolate.
Entonces aquí me centraré en hablaros de mi receta, para que entendáis mejor los ingredientes y su preparación. Este postre lo he preparado con chocolate semidulce, leche condensada, mantequilla, sal Maldon y extracto de vainilla. Aquí hago una pausa para contaros que se puede usar chocolate negro si os gusta más, chocolate con leche o incluso chocolate blanco..... eso sí, que el chocolate sea siempre de buena calidad para que el resultado final sea delicioso. La mantequilla puede ser sin sal o salada, las dos función perfectamente. ¿Sal en el chocolate?, pues sí y os diré que combina a la perfección, además hay un gran trabajo de grandes maestros chocolateros que usan este ingrediente combinado con el chocolate y es otro nivel, os lo prometo!!. El extracto de vainilla en mi opinión potencia los demás sabores, aparte de dar un toque aromático a vuestros fudges, pero vosotros sentíos libres de versionarlo con otros ingredientes como ralladura de naranja, esencia de menta, un chorrito de licor de avellanas o crema de whisky y para darle aún más textura, podríais agregar unas nueces o almendras picadas.
También comentaros que esta receta aunque pueda parecer algo delicada, no requiere un termómetro de caramelo, es un método muy simple y rápido.


Ingredientes:
1 lata pequeña (396 grs./14 oz) de leche condensada
1/2 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
560 grs. (20 oz) de chocolate semidulce 60% pureza, picado toscamente en trozos
3 cucharadas (30 grs. aprox.) de mantequilla s/sal, cortada en dados a temperatura ambiente, y un poco extra para engrasar el molde
Sal Maldon o sal marina, para espolvorear al final
Elaboración:
Para comenzar con la receta tenemos que forrar un recipiente apto para el calor con un pliegue de papel vegetal y engrasado con un poco de mantequilla derretida para evitar que la mezcla se pegue al fondo. Y no preocuparos si sobresale por los bordes, tampoco hace falta cortar el papel a justa medida; yo he usado una especie de tupper de plástico que aguanta bien el calor de unos 22x15 cm. de tamaño pero vosotros/as podéis usar uno cuadrado de 20x20 cm. o más grande, aunque recordad que si es de mayor tamaño al final los cuadraditos os quedarán más finos y no tan altos. Si utilizáis un recipiente similar al que yo he usado, os quedará perfecto. Dejamos a un lado reservado.
Ahora, en un bol mediano de cristal resistente al calor o un cazo, combinar la leche condensada, el extracto de vainilla, la mantequilla en dados y el chocolate en trozos. Llenamos una cacerola con un poco de agua (aprox. 1/4 de su capacidad) y lo suficientemente grande para que quepa el bol y llevar el agua a fuego medio hasta que rompa a hervir. Luego bajar el fuego y colocaremos el bol encima para cocinar al baño María (el agua no debe tocar el bol), removiendo con frecuencia con ayuda de una cuchara de madera hasta ver que el chocolate se derrita y la mezcla esté completamente suave. Esto no nos llevará más de unos 8 minutos, así que no lo dejéis más tiempo ya que el chocolate se podría quemar y los fudges quedarían agrietados y de textura arenosa, lo justo hasta que el chocolate se derrita!!
Pasado este tiempo, rápidamente retiramos del calor y veremos que la mezcla nos habrá quedado muy espesa (es normal), así que sin perder ni un momento verter en el recipiente reservado y alisar toda la superficie con una espátula de silicona o con la misma cuchara de madera de remover extendiendo bien hasta cubrir todo. Dejamos que temple a temperatura ambiente y a continuación colocar en la nevera un par de horas para que los sabores y la textura se asienten, pero como os digo más abajo no es necesario guardarlo en frío, simplemente en este punto.
Una vez listo, desmoldar con cuidado sobre una tabla de cortar, suavemente retiramos el papel vegetal y cortaremos en dados del tamaño de un bocado e ir colocando sobre una bandeja de servir. Justo un momento antes de llevar nuestros fudges a la mesa, espolvorear por encima de cada cuadradito un pellizdo de escamas de sal Maldon o sal marina y listo!!
Olvidé deciros que también son unos bocaditos muy especiales para regalar a vuestros amigos/as o seres queridos, y le daréis una alegría muy dulce.
Deseo que os haya gustado y animéis a preparar este postre y si os apetece, dejadme un comentario de lo que os pareció estos pequeños fudges de chocolate!! :)




Consejos mágicos: ¿El fudge de chocolate debe refrigerarse?
Ehhhhh, no. Pero sí es verdad que en la receta os indico que coloquéis la bandeja en la nevera unas horas para que tome consistencia, pero no es estrictamente necesario a no ser que vayáis a hacer este postre en pleno verano y viváis como yo en Andalucía (España), que aquí durante los meses estivales es insoportable el calor que hace... jajajaja. Si es así, no olvidéis guardarlo en un recipiente con tapa, porque el aire frío secará el chocolate o pudiese adquirir olores de los demás alimentos.
¿Y se puede congelar este postre? Yo nunca lo he hecho, así que no puedo deciros si es o no una buena idea. Pero no creo que os de tiempo de pensar en ello, ya que os lo comeréis antes!!!

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