Cuando era pequeño recuerdo que en casa se solía cocinar mucho la carne de conejo, pero era el conejo de campo y a mi no me gustaba sobre todo por el fuerte olor que desprendía, cuando mi madre hacía arroz con conejo, yo solo me comía el arroz.
Hoy en día en los mercados podemos encontrar conejos de granja que son mas suaves de sabor e incluso la carne se deja cocinar mejor pues es mas tierna.
Tengo entendido que nuestros vecinos franceses no son muy amigos de comer carne de conejo y no se que pensarán cuando lean que he utilizado una de sus salsas por excelencia para elaborar este plato, así que pido perdón y espero que no se enfaden!!
Ingredientes:
1 conejo troceado
2 zanahorias, peladas y cortadas en rodajas
1 cebolla, picada en juliana
Una ramita de apio, cortada en láminas
Un manojito de perejil fresco, picado
Un puñadito de tomillo seco
3 cuch. de mostaza de Dijón
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra recien molida
Elaboración:
Precalentamos el horno a 240º C.
Mientras tanto embadurnamos los trozos de conejo con el aceite de oliva, un pellizco de sal y pimienta y lo colocamos sobre una bandeja. Lo horneamos unos 20 min. y lo iremos rociando con la mitad del vaso de vino.
Pasado este tiempo, retiramos el conejo del horno, lo untamos con la mostaza y por encima espolvoreamos el tomillo.
Bajamos la temperatura del horno a 200º C y volvemos a introducir el conejo, junto con las verduras, el perejil picado y el resto del vino, durante otros 40 min.
Una vez horneado, retiramos los trozos de conejo y con la batidora molemos las verduras y el caldo formando una salsa, para acompañar la carne.
martes, 29 de marzo de 2011
viernes, 25 de marzo de 2011
Pastelito de bacalao y pimientos del piquillo
Muchas persona en estas fechas por motivos religiosos no comen carne y sustituyen las recetas por pescado y sobre todo por bacalao que toma protagonismo y se cocina de diferentes manera. Aquí os traigo un pastel de bacalao y pimientos del piquillo que esta muy bueno y no se tarda mucho en prepararse. Quitando el tiempo de desalado del bacalao que suele ser sobre 48 h. aunque hoy en día en casi todos los supermercados ya podemos encontrar el bacalao desalado y listo para cocinarse.
Un dato curioso de la Semana Santa es que los católicos no comen carne porque evoca la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Y como Jesús padeció y soportó momentos tan difíciles los cristianos hacen un respeto privándose de algunos alimentos. Por eso los viernes de Cuaresma es costumbre no comer carne pero si comer pescado, ya que este es un antiguo símbolo de Jesús de Nazaret.
Ingredientes:
800 grs. de bacalao desalado, limpio de piel y espinas y cortado en dados pequeños
1 cebolleta, picada fina
3 dientes de ajo, laminados
4 huevos ecológicos
200 ml. de nata para cocinar
Un manojito de perejil, picado fino
20 pimientos del piquillo (de lata)
Harina y mantequilla
Aceite de oliva
Elaboración:
Encendemos el horno a 180º C y colocamos un recipiente lleno hasta la mitad de agua suficientemente grande para que quepa el molde donde vayamos a hacer nuestro pastel.
En una cazuela grande con un buen chorrito de aceite de oliva, sofreimos la cebolleta y los ajitos ligeramente procurando que no se quemen. Luego añadimos el bacalao en daditos y rehogamos todo el conjunto un par de min. para que dore.
Mientras tanto en un bol batimos energicamente los huevos, mezclamos con la nata y el perejil picadito. Agregamos el sofrito anterior templado al bol y removemos bien.
Forramos un molde con papel vegetal untado de mantequilla y harina para que no se peque durante la cocción y colocamos una capa de pimientos del piquillo bien escurridos de su jugo, un cazo del preparado del bol, otra capa de pimientos del piquillo y así sucesivamente hasta completarlo. Horneamos unos 45 min al baño María.
Un dato curioso de la Semana Santa es que los católicos no comen carne porque evoca la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Y como Jesús padeció y soportó momentos tan difíciles los cristianos hacen un respeto privándose de algunos alimentos. Por eso los viernes de Cuaresma es costumbre no comer carne pero si comer pescado, ya que este es un antiguo símbolo de Jesús de Nazaret.
Ingredientes:
800 grs. de bacalao desalado, limpio de piel y espinas y cortado en dados pequeños
1 cebolleta, picada fina
3 dientes de ajo, laminados
4 huevos ecológicos
200 ml. de nata para cocinar
Un manojito de perejil, picado fino
20 pimientos del piquillo (de lata)
Harina y mantequilla
Aceite de oliva
Elaboración:
Encendemos el horno a 180º C y colocamos un recipiente lleno hasta la mitad de agua suficientemente grande para que quepa el molde donde vayamos a hacer nuestro pastel.
En una cazuela grande con un buen chorrito de aceite de oliva, sofreimos la cebolleta y los ajitos ligeramente procurando que no se quemen. Luego añadimos el bacalao en daditos y rehogamos todo el conjunto un par de min. para que dore.
Mientras tanto en un bol batimos energicamente los huevos, mezclamos con la nata y el perejil picadito. Agregamos el sofrito anterior templado al bol y removemos bien.
Forramos un molde con papel vegetal untado de mantequilla y harina para que no se peque durante la cocción y colocamos una capa de pimientos del piquillo bien escurridos de su jugo, un cazo del preparado del bol, otra capa de pimientos del piquillo y así sucesivamente hasta completarlo. Horneamos unos 45 min al baño María.
martes, 22 de marzo de 2011
Chocos encebollados acompañados de arroz aromático
Lo que me gusta cada vez que cocino chocos o chipirones es todo el abanico de sabores que admite y que siempre queda muy bien con arroz cocinado de diferentes maneras. En definitivas cuentas que se deja cocinar, que es lo que mas me gusta de todo...
Ingredientes:
4 chocos medianos, limpios y cortados en rodajas
3 dientes de ajo, laminado
1 cebolla, cortada en juliana
1 vaso de vino blanco
5 bolitas de pimienta
Un manojito de hojas de menta, picada toscamente
Un manojo de perejil, picado fino
300 grs. de langostinos crudos, pelados y reservamos las cascaritas para hacer un caldo (fumet)
2 tomates, escaldados ligeramente en agua hirviendo, pelados y cortados en dados
Arroz de grano corto (un puñadito por persona)
Un puñadito de frutos secos al gusto (nueces, avellanas, pistachos... etc)
Hebras de azafrán
Aceite de oliva
½ cuch. de harina
1 hoja de laurel
Sal
Elaboración:
En primer lugar vamos a hacer el fumet calentando un litro de agua en una olla y cuando empieze a hervir agregamos las cascaritas de los langostinos, un pellizco de sal, la hoja de laurel y dejamos unos 20 min. que cueza bien. Reservamos.
Mientras tanto en una cazuela con un buen chorrito de aceite de oliva doramos ligeramente los chocos por todos lados y apartamos a un lado. En el mismo aceite doramos los ajos y la cebolla. Cuando veamos que la cebolla está algo pochadita incorporamos el azafrán, la harina y el vino blanco, subimos el fuego y dejamos que el alcohol se evapore.
En otra cazuela doramos con un chorrito de aceite los frutos secos vigilando que no se quemen. Pasado 1 min. agregamos los tomates en daditos y la menta picada, removiendo bien para que todos los sabores se mezclen. Incorporamos el arroz, seguimos removiendo así el arroz se impregnará de todos los aromas y evitaremos que se pase. Echamos la mitad del fumet y dejamos que se cocine hasta que el arroz se ponga tierno.
A la cazuela de la cebolla le añadimos los granos de pimienta, el perejil y la otra mitad del caldo. En el momento en que rompa a hervir es cuando incorporamos los langostinos y los chocos reservados. Dejaremos que se cocine todo junto unos 5 min.
Cuando veamos que el arroz esta cocinado, apagamos el fuego y dejamos reposar 2 min.
Emplatamos todo el conjunto y a disfrutar de este delicioso plato.
Nota: Podéis hacer esta receta sustituyendo los chocos por chipirones pero debéis cocinar un poco más las patitas, porque tardan algo más de tiempo en hacerse que el resto.
Ingredientes:
4 chocos medianos, limpios y cortados en rodajas
3 dientes de ajo, laminado
1 cebolla, cortada en juliana
1 vaso de vino blanco
5 bolitas de pimienta
Un manojito de hojas de menta, picada toscamente
Un manojo de perejil, picado fino
300 grs. de langostinos crudos, pelados y reservamos las cascaritas para hacer un caldo (fumet)
2 tomates, escaldados ligeramente en agua hirviendo, pelados y cortados en dados
Arroz de grano corto (un puñadito por persona)
Un puñadito de frutos secos al gusto (nueces, avellanas, pistachos... etc)
Hebras de azafrán
Aceite de oliva
½ cuch. de harina
1 hoja de laurel
Sal
Elaboración:
En primer lugar vamos a hacer el fumet calentando un litro de agua en una olla y cuando empieze a hervir agregamos las cascaritas de los langostinos, un pellizco de sal, la hoja de laurel y dejamos unos 20 min. que cueza bien. Reservamos.
Mientras tanto en una cazuela con un buen chorrito de aceite de oliva doramos ligeramente los chocos por todos lados y apartamos a un lado. En el mismo aceite doramos los ajos y la cebolla. Cuando veamos que la cebolla está algo pochadita incorporamos el azafrán, la harina y el vino blanco, subimos el fuego y dejamos que el alcohol se evapore.
En otra cazuela doramos con un chorrito de aceite los frutos secos vigilando que no se quemen. Pasado 1 min. agregamos los tomates en daditos y la menta picada, removiendo bien para que todos los sabores se mezclen. Incorporamos el arroz, seguimos removiendo así el arroz se impregnará de todos los aromas y evitaremos que se pase. Echamos la mitad del fumet y dejamos que se cocine hasta que el arroz se ponga tierno.
A la cazuela de la cebolla le añadimos los granos de pimienta, el perejil y la otra mitad del caldo. En el momento en que rompa a hervir es cuando incorporamos los langostinos y los chocos reservados. Dejaremos que se cocine todo junto unos 5 min.
Cuando veamos que el arroz esta cocinado, apagamos el fuego y dejamos reposar 2 min.
Emplatamos todo el conjunto y a disfrutar de este delicioso plato.
Nota: Podéis hacer esta receta sustituyendo los chocos por chipirones pero debéis cocinar un poco más las patitas, porque tardan algo más de tiempo en hacerse que el resto.
sábado, 19 de marzo de 2011
Organizarse a la hora de la compra
Comprar al por mayor y de una sola vez es sin lugar a duda mejor aunque el gasto inicial sea algo mayor, es mejor que tener que ir al super a cada momento.
Por lo menos 1 vez a la semana debemos de sentarnos con papel y lapiz para hacer la lista de la compra y así dejar la despensa y la nevera llena.
También hay que estar atentos a las ofertas en el mercado pues es otra buena manera de economizar y a diferencia de que mucha gente cree que los productos que están de oferta son de peor calidad, no es así; en los comercios y mercados cuando algo se pone de oferta es una especie de reclamo para el cliente, que el vendedor saca para que la gente llamadas por estas gangas entren en el establecimiento, compren otros productos y así la venta sea más provechosa.
Comprar a lo grande también tiene sus desventajas por cargar el carro de botes, latas en conservas y productos que realmente no lo vayamos a consumir pronto quedando olividados en el rincón mas profundo de la despensa. Por eso es fundamental hacer una buena lista de la compra.
Ah y se me olvidaba, un dato curioso pero por ello no menos importante es ir de compras sin hambre porque así evitamos llenar el carro de productos que luego no nos van a hacer realmente falta. Así que las mejores horas para ir de compras son después de un buen desayuno o almuerzo.
Por lo menos 1 vez a la semana debemos de sentarnos con papel y lapiz para hacer la lista de la compra y así dejar la despensa y la nevera llena.
También hay que estar atentos a las ofertas en el mercado pues es otra buena manera de economizar y a diferencia de que mucha gente cree que los productos que están de oferta son de peor calidad, no es así; en los comercios y mercados cuando algo se pone de oferta es una especie de reclamo para el cliente, que el vendedor saca para que la gente llamadas por estas gangas entren en el establecimiento, compren otros productos y así la venta sea más provechosa.
Comprar a lo grande también tiene sus desventajas por cargar el carro de botes, latas en conservas y productos que realmente no lo vayamos a consumir pronto quedando olividados en el rincón mas profundo de la despensa. Por eso es fundamental hacer una buena lista de la compra.
Ah y se me olvidaba, un dato curioso pero por ello no menos importante es ir de compras sin hambre porque así evitamos llenar el carro de productos que luego no nos van a hacer realmente falta. Así que las mejores horas para ir de compras son después de un buen desayuno o almuerzo.
La despensa
Organización de la despensa
Casi en todos los hogares existe un sitio reservado para el almacenamiento de los alimentos donde se guardan las provisiones esperando a ser utilizadas en la cocina.
Aunque ya casi no existe aquellas grandes estancias o cuartos junto a la cocina en casa de nuestros padres y abuelos donde se solían guardar todos los productos de temporada fruto de la recolección del campo o de la huerta que hacían la vida más fácil para los duros y frios días de invierno.
Hoy día existen pequeños cuartos o cajones donde podemos conseguir tener una buena y provechosa despensa. A parte de las estanterías con baldas de diferentes alturas, deberíamos contar con un cajón para los tubérculos tales como patatas, zanahorias... o también se puede colocar en el suelo sobre un par de pliegues de papel de periódico para evitar el contacto directo sobre él.
Un par de ganchos que cuelguen del techo o la pared nos vendrá de lujo para colocar los embutidos o algunos alimentos secos que se recolectan una vez al año como ristras de ajos, cebollas, pimientos choriceros, chalotas, sarmientos de chiles... e incluso hirbas aromáticas que pueden ser colgadas en bolsas de tela para que tengan ventilación.
Si disponéis de una habitación como despensa, hay que asegurarse de que es oscura, tenga un ambiente seco y una temperatura constante. Y si en vez de despensa disponéis de un armario o alacena debe de existir una temperatura uniforme, un ambiente seco, fresco y bien ventilado.
Sobre todo debemos de hacer una buena rotación de los productos y tener apuntadas las fechas de caducidad.
La despensa bien abastecida
En la despensa nunca debe de faltar productos básicos como arroz, patatas, zanahorias, pastas, harina, azúcar...etc, que son fundementales para el día a día.
Y como no, una buena garrafa de aceite de oliva y otra de aceite vegetal o de girasol. Algunos productos en conservas, un buen surtido de hierbas arómaticas secas y especias, pastillas de concentrado de carne, pescado y verduras para realzar el sabor de los platos más suaves.
Hay que tener un rinconcito en la despensa dedicado a botes de frutas en almíbar o al natural, frutos secos, chocolate... que nos ayudarán cuando tengamos que hacer postres.
Aunque no es conveniente comerlos muy a menudo por su alto grado de calorías también es necesario tener algún que otro bote de callos, fabada, verduras... que nos sacará de un apuro los días que tengamos poco tiempo para cocinar.
Casi en todos los hogares existe un sitio reservado para el almacenamiento de los alimentos donde se guardan las provisiones esperando a ser utilizadas en la cocina.
Aunque ya casi no existe aquellas grandes estancias o cuartos junto a la cocina en casa de nuestros padres y abuelos donde se solían guardar todos los productos de temporada fruto de la recolección del campo o de la huerta que hacían la vida más fácil para los duros y frios días de invierno.
Hoy día existen pequeños cuartos o cajones donde podemos conseguir tener una buena y provechosa despensa. A parte de las estanterías con baldas de diferentes alturas, deberíamos contar con un cajón para los tubérculos tales como patatas, zanahorias... o también se puede colocar en el suelo sobre un par de pliegues de papel de periódico para evitar el contacto directo sobre él.
Un par de ganchos que cuelguen del techo o la pared nos vendrá de lujo para colocar los embutidos o algunos alimentos secos que se recolectan una vez al año como ristras de ajos, cebollas, pimientos choriceros, chalotas, sarmientos de chiles... e incluso hirbas aromáticas que pueden ser colgadas en bolsas de tela para que tengan ventilación.
Si disponéis de una habitación como despensa, hay que asegurarse de que es oscura, tenga un ambiente seco y una temperatura constante. Y si en vez de despensa disponéis de un armario o alacena debe de existir una temperatura uniforme, un ambiente seco, fresco y bien ventilado.
Sobre todo debemos de hacer una buena rotación de los productos y tener apuntadas las fechas de caducidad.
La despensa bien abastecida
En la despensa nunca debe de faltar productos básicos como arroz, patatas, zanahorias, pastas, harina, azúcar...etc, que son fundementales para el día a día.
Y como no, una buena garrafa de aceite de oliva y otra de aceite vegetal o de girasol. Algunos productos en conservas, un buen surtido de hierbas arómaticas secas y especias, pastillas de concentrado de carne, pescado y verduras para realzar el sabor de los platos más suaves.
Hay que tener un rinconcito en la despensa dedicado a botes de frutas en almíbar o al natural, frutos secos, chocolate... que nos ayudarán cuando tengamos que hacer postres.
Aunque no es conveniente comerlos muy a menudo por su alto grado de calorías también es necesario tener algún que otro bote de callos, fabada, verduras... que nos sacará de un apuro los días que tengamos poco tiempo para cocinar.
La vida en la nevera
En este lugar es donde viven parte de los otros alimentos que en cierta manera son mas delicados y necesitan de una temperatura mas baja para conservarlos, tales como leche, quesos frescos, algunas verduras como acelgas, tomates, pimientos... botes de conservas abiertos, zumos...
Un buen consejo es cuando abramos una lata de conservas y no la vayamos a consumir toda, antes de meterla en la nevera hay que cambiarla a un recipiente de plástico o de cristal pues no es recomendable dejarlo en la misma lata.
Los alimentos siempre deben de entrar en la nevera cubiertos con papel de aluminio o papel film para que los olores y sabores no se mezclen entre si.
Nunca puede faltar como mínimo una docena de huevos ecológicos de gallinas criadas en libertad.
Un buen consejo es cuando abramos una lata de conservas y no la vayamos a consumir toda, antes de meterla en la nevera hay que cambiarla a un recipiente de plástico o de cristal pues no es recomendable dejarlo en la misma lata.
Los alimentos siempre deben de entrar en la nevera cubiertos con papel de aluminio o papel film para que los olores y sabores no se mezclen entre si.
Nunca puede faltar como mínimo una docena de huevos ecológicos de gallinas criadas en libertad.
miércoles, 16 de marzo de 2011
Ensalada de mandarinas
¿Quién dijo que comer fruta es aburrido?. Con esta ensalada tan rica se puede disfrutar de este cítrico en un formato más divertido, sobre todo para los más peques de la casa. Además del contraste de sabores, nunca viene mal una dosis extra de vitamina C, para estos días que hacer buen tiempo pero aún por las noches refresca y prevenir los resfriados primaverales. Vitamina C por un tubo!!
Ingredientes:
4 mandarinas, peladas y cortadas en rodajas
El zumo de 1 mandarina
2 cuch. de azúcar avainillado
4 cuch. colmadas de azúcar blanco
Un puñadito de almendras peladas
Un manojito de hojas de menta o hierbabuena
Un buen puñado de virutas de chocolate (70% de pureza)
Elaboración:
Primero, tostaremos en una sartén al fuego las almendras y trituramos un poco en el mortero.
A continuación, disponemos las rodajas de mandarinas en un plato grande y reservar.
Colocamos en un cazo al fuego bajo el zumo de la mandarina, el azúcar blanco y el azúcar avainillado, dejando reducir hasta crear un almíbar ligero. Con este almíbar regamos las rodajas de mandarinas y esparcimos por encima las almendras picadas, las virutas de chocolate y las hojitas de menta.
Nota: Esta ensalada la podemos acompañar con yogur griego y sustituir el almíbar por unas cucharadas de miel.
Para sacar unas perfectas virutas de chocolate, suelo usar un pelador de patatas y voy "cepillando" por el borde de la tableta de chocolate; salen unas virutas perfectas!
Ingredientes:
4 mandarinas, peladas y cortadas en rodajas
El zumo de 1 mandarina
2 cuch. de azúcar avainillado
4 cuch. colmadas de azúcar blanco
Un puñadito de almendras peladas
Un manojito de hojas de menta o hierbabuena
Un buen puñado de virutas de chocolate (70% de pureza)
Elaboración:
Primero, tostaremos en una sartén al fuego las almendras y trituramos un poco en el mortero.
A continuación, disponemos las rodajas de mandarinas en un plato grande y reservar.
Colocamos en un cazo al fuego bajo el zumo de la mandarina, el azúcar blanco y el azúcar avainillado, dejando reducir hasta crear un almíbar ligero. Con este almíbar regamos las rodajas de mandarinas y esparcimos por encima las almendras picadas, las virutas de chocolate y las hojitas de menta.
Para sacar unas perfectas virutas de chocolate, suelo usar un pelador de patatas y voy "cepillando" por el borde de la tableta de chocolate; salen unas virutas perfectas!
martes, 15 de marzo de 2011
Bhaji de cebolla
Los bhaji de cebolla son aperitivos indios ligeramente picantes y el ingrediente principal es la cebolla frita. En el Reino Unido los bhaji de cebolla se han vuelto muy populares como aperitivos o como entrantes en los restaurantes indios.
La receta básica consiste en cebolla picada y luego se reboza en una especie de pasta con garbanzos o harina de garbanzos, especias y algunas veces con hierbas y se frien hasta que quedan dorados. Tienen un sabor suave y un poco picante.
Ingredientes:
100 grs. de harina de garbanzo o harina normal
¼ cuch. de chile en polvo
½ cuch. de cúrcuma
½ cuch. de levadura en polvo
Sal
½ cuch. de comino molido
1 cebolla grande, picada fina en juliana
1 pimiento verde, sin semillas y picado fino
Un manojo de cilantro fresco picado fino
Agua fría para la mezclar
Aceite vegetal para freír
Elaboración:
En un tazón grande echamos la harina tamizada junto al chile en polvo, la cúrcuma, la levadura y un buen pellizco de sal y vamos agregando poco a poco agua y removiendo hasta conseguir una masa un poco espesa. Luego añadimos la cebolla, el cilantro y el pimiento picado, removiendo todo muy bien.
Ponemos una sarten al fuego con aceite vegetal.
Con ayuda de una cuchara vamos cogiendo pegotitos de la mezcla y lo echamos en el aceite caliente. Poco a poco y por tandas iremos friendo todos los bhaji. Los que esten listos los ponemos sobre papel de cocina para quitar el exceso de aceite y servirmos templados.
Nota: Aquí a estos pequeñines los he acompañado con una salsa casera de yogur y os cuento como se hace porque es superfácil y rápido.
Mezclad en un bol 1 yogur natural griego, el zumo de 1/2 limón, un buen puñadito de hojas de menta fresca picada, un buen chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta. Removéis bien y ya tenéis lista vuestra salsa de yogur casera. Ah y que no me entere yo que la comprais ya hecha, con lo fácil que es hacerla uno mismo...
La receta básica consiste en cebolla picada y luego se reboza en una especie de pasta con garbanzos o harina de garbanzos, especias y algunas veces con hierbas y se frien hasta que quedan dorados. Tienen un sabor suave y un poco picante.
Ingredientes:
100 grs. de harina de garbanzo o harina normal
¼ cuch. de chile en polvo
½ cuch. de cúrcuma
½ cuch. de levadura en polvo
Sal
½ cuch. de comino molido
1 cebolla grande, picada fina en juliana
1 pimiento verde, sin semillas y picado fino
Un manojo de cilantro fresco picado fino
Agua fría para la mezclar
Aceite vegetal para freír
Elaboración:
En un tazón grande echamos la harina tamizada junto al chile en polvo, la cúrcuma, la levadura y un buen pellizco de sal y vamos agregando poco a poco agua y removiendo hasta conseguir una masa un poco espesa. Luego añadimos la cebolla, el cilantro y el pimiento picado, removiendo todo muy bien.
Ponemos una sarten al fuego con aceite vegetal.
Con ayuda de una cuchara vamos cogiendo pegotitos de la mezcla y lo echamos en el aceite caliente. Poco a poco y por tandas iremos friendo todos los bhaji. Los que esten listos los ponemos sobre papel de cocina para quitar el exceso de aceite y servirmos templados.
Nota: Aquí a estos pequeñines los he acompañado con una salsa casera de yogur y os cuento como se hace porque es superfácil y rápido.
Mezclad en un bol 1 yogur natural griego, el zumo de 1/2 limón, un buen puñadito de hojas de menta fresca picada, un buen chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta. Removéis bien y ya tenéis lista vuestra salsa de yogur casera. Ah y que no me entere yo que la comprais ya hecha, con lo fácil que es hacerla uno mismo...
lunes, 14 de marzo de 2011
Brownies (bizcochitos para duendes)
Postre que todo el mundo conoce, los famosos brownies pero pocos saben su procedencia.
Existe una leyenda en Irlanda y Escocia que cuenta que en cada casa viven unos duendecillos del hogar que ayudan a hacer las labores y echan una mano a las familias para que la energía fluya en armonía en cada casa y a cambio las familias tienen que ofrecerles un bizcochito y un poco de leche o licor todas las noches en agradecimiento por los trabajos realizados cada día por estos pequeñines en los hogares... de ahí el nombre de brownie que significa duende del hogar...
Y otras fuentes cuentan que el origen de estos pastelitos proviene del año 1897 en Estados Unidos, de un accidente en la cocina por un error de un cocinero que olvidó echar levadura a un bizcocho que estaba elaborando, pero aun así siguió adelante con la receta para ver que salía y el resultado fue un bizcocho crujiente por fuera y tierno y jugoso por dentro. Y lo bautizó con el nombre de brownie (el significado literal en ingles es marroncito).
Curiosamente la receta original no llevaba chocolate sino melaza. Aunque supongo que con el tiempo, ha variado hasta nuestros días con los famosos brownies de chocolate.
La primera mención al brownie con chocolate fue en el catálogo de Sears and Roebuck en 1897.
Ingredientes:
100 grs. de chocolate negro 80% de pureza
80 grs. de mantequilla
2 huevos ecológicos
125 grs. de harina
1 cuch. de levadura en polvo
120 grs. de azúcar
Un buen puñado de nueces peladas y troceadas
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º C.
Mientras tanto en un cazo grande derretimos el chocolate al baño María con la mantequilla. Fuera del fuego incorporamos los huevos y removemos bien. Añadimos la harina tamizada con la levadura, el azúcar y las nueces mezclando hasta que nos quede una masa homogénea.
Ahora untamos bien una bandeja de horno con mantequilla y extendemos la masa hasta formar una capa fina de 2 cm. de grosor. Horneamos unos 20 min.
Pasado este tiempo dejamos enfriar y cortamos el bizcochito en cuadrados decorándolo con un trocito de nuez por encima. Lo podemos servir con helado, miel, sirope de chocolate... etc.
Existe una leyenda en Irlanda y Escocia que cuenta que en cada casa viven unos duendecillos del hogar que ayudan a hacer las labores y echan una mano a las familias para que la energía fluya en armonía en cada casa y a cambio las familias tienen que ofrecerles un bizcochito y un poco de leche o licor todas las noches en agradecimiento por los trabajos realizados cada día por estos pequeñines en los hogares... de ahí el nombre de brownie que significa duende del hogar...
Y otras fuentes cuentan que el origen de estos pastelitos proviene del año 1897 en Estados Unidos, de un accidente en la cocina por un error de un cocinero que olvidó echar levadura a un bizcocho que estaba elaborando, pero aun así siguió adelante con la receta para ver que salía y el resultado fue un bizcocho crujiente por fuera y tierno y jugoso por dentro. Y lo bautizó con el nombre de brownie (el significado literal en ingles es marroncito).
Curiosamente la receta original no llevaba chocolate sino melaza. Aunque supongo que con el tiempo, ha variado hasta nuestros días con los famosos brownies de chocolate.
La primera mención al brownie con chocolate fue en el catálogo de Sears and Roebuck en 1897.
Ingredientes:
100 grs. de chocolate negro 80% de pureza
80 grs. de mantequilla
2 huevos ecológicos
125 grs. de harina
1 cuch. de levadura en polvo
120 grs. de azúcar
Un buen puñado de nueces peladas y troceadas
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º C.
Mientras tanto en un cazo grande derretimos el chocolate al baño María con la mantequilla. Fuera del fuego incorporamos los huevos y removemos bien. Añadimos la harina tamizada con la levadura, el azúcar y las nueces mezclando hasta que nos quede una masa homogénea.
Ahora untamos bien una bandeja de horno con mantequilla y extendemos la masa hasta formar una capa fina de 2 cm. de grosor. Horneamos unos 20 min.
Pasado este tiempo dejamos enfriar y cortamos el bizcochito en cuadrados decorándolo con un trocito de nuez por encima. Lo podemos servir con helado, miel, sirope de chocolate... etc.
jueves, 10 de marzo de 2011
Ternera estofada con guisantes y gnocchis (ñoquis)
Mira que me han llevado tiempo conseguir darle el punto cuando hago gnocchis, siempre me quedaban bien de forma pero sabían demasiado a harina o estaban demasiado pastosos... pero como para mi no hay nada imposible lo conseguí, eso si, os aconsejo que sino tenéis paciencia, comprad un paquete en el supermercado y se acabó el problema. Seguro que así si acertáis.
Ingredientes:
- Para la ternera:
4 filetes de ternera de la parte de la contra cortada en tiras medianas
½ pimiento amarillo, cortado en tiras
½ pimiento rojo, cortado en tiras
1 cebolla, cortada en juliana
300 grs. de guisantes
1 vaso de cava
Aceite de oliva
Harina
Sal y pimienta negra recien molida
- Para los gnocchis:
4 patatas, peladas y cortadas en dados medianos
1 yema de huevo
Harina
Elaboración:
Primero en una olla con agua hirviendo ligeramente salada, cocemos las patatas.
Mientras tanto, enharinamos las tiritas de ternera y las sofreimos en una cazuela con un chorrito de aceite de oliva. Incorporamos la cebolla y los pimientos a la carne removiendo bien para que todo los sabores se mezclen. Salpimentamos.
Cuando las patatas estén cocidas, las escurrimos y las pasamos por un pasapuré. Dejamos templar e incorporamos la yema de huevo, un pellizco de sal y harina a demanda (todo lo que admita) removiendo hasta que tengamos una masa homogénea y maleable. Colocamos la masa sobre la mesa de trabajo, le damos forma aplastándola un poco y cortamos en daditos o bolitas.
Añadimos al sofrito el vaso de cava, subimos un poco el fuego y dejamos unos min. para que el alcohol se evapore y la salsa espese un poco.
Cocemos en una olla con agua hirviendo los gnocchis solo unos min. y los echamos rapidamente en un cuenco con agua fría para cortar la cocción, pues se hacen muy rápidos.
Ahora incorporamos los guisantes al estofado, tapamos la cazuela y dejamos unos 5 min. para que los guisantes se pongan tiernos y la carne se termine de cocinar.
Servimos el estofado de ternera con los gnocchis de patatas y una buena rebanada de pan rústico.
Ingredientes:
- Para la ternera:
4 filetes de ternera de la parte de la contra cortada en tiras medianas
½ pimiento amarillo, cortado en tiras
½ pimiento rojo, cortado en tiras
1 cebolla, cortada en juliana
300 grs. de guisantes
1 vaso de cava
Aceite de oliva
Harina
Sal y pimienta negra recien molida
- Para los gnocchis:
4 patatas, peladas y cortadas en dados medianos
1 yema de huevo
Harina
Elaboración:
Primero en una olla con agua hirviendo ligeramente salada, cocemos las patatas.
Mientras tanto, enharinamos las tiritas de ternera y las sofreimos en una cazuela con un chorrito de aceite de oliva. Incorporamos la cebolla y los pimientos a la carne removiendo bien para que todo los sabores se mezclen. Salpimentamos.
Cuando las patatas estén cocidas, las escurrimos y las pasamos por un pasapuré. Dejamos templar e incorporamos la yema de huevo, un pellizco de sal y harina a demanda (todo lo que admita) removiendo hasta que tengamos una masa homogénea y maleable. Colocamos la masa sobre la mesa de trabajo, le damos forma aplastándola un poco y cortamos en daditos o bolitas.
Añadimos al sofrito el vaso de cava, subimos un poco el fuego y dejamos unos min. para que el alcohol se evapore y la salsa espese un poco.
Cocemos en una olla con agua hirviendo los gnocchis solo unos min. y los echamos rapidamente en un cuenco con agua fría para cortar la cocción, pues se hacen muy rápidos.
Ahora incorporamos los guisantes al estofado, tapamos la cazuela y dejamos unos 5 min. para que los guisantes se pongan tiernos y la carne se termine de cocinar.
Servimos el estofado de ternera con los gnocchis de patatas y una buena rebanada de pan rústico.
martes, 8 de marzo de 2011
Algunos alimentos venenosos
Todos los días comemos productos vegetales que tienen partes venenosas para el ser humano. La mayor parte del tiempo no nos preocupamos porque los métodos de producción aseguran la eliminación de las partes nocivas, sin embargo cada cierto tiempo ocurre una muerte por ingestión accidental de la parte tóxica de la planta.
A continuación una lista de los productos de origen vegetal, común en nuestra dieta diaria, que tienen partes tóxicas.
- Aceite de ricino
- Planta de Ricino
- Semillas de Ricino
El aceite de ricino se obtiene a partir de la semilla de la planta Ricinus communis, que contiene aproximadamente un 40-50 % del aceite. El aceite a su vez contiene el 70-77 % de los triglicéridos del ácido ricinoleico.
El aceite de ricino, es usado normalmente como saborizante y emulsificante en caramelos, chocolate, y otros alimentos, y también usado por muchas personas como purgante.
Afortunadamente el aceite de ricino para consumo humano es cuidadosamente preparado porque la semilla de la planta es tan venenoso, que una sola semilla contiene tanto veneno llamado ricino, que puede matar una persona, y cuatro semillas puede matar un caballo. El ricino es tan tóxico que los trabajadores que recolectan las semillas deben cumplir estrictas medidas de seguridad para prevenir muerte accidental. Pero a pesar de eso, muchos colectores sufren efectos colaterales.
Nuez moscada
La nuez moscada es el fruto de árboles perennifolios del género Myristica, de la familia de las Myristicaceae, procedente de las Islas de las Especias (en la actualidad las Islas Molucas en Indonesia). Estos árboles son la fuente de dos especias derivadas del fruto: la nuez moscada y el macis.
La nuez moscada es, en realidad, la semilla del árbol, de forma ligeramente ovoide, entre 20-30 mm de largo y 15-18 de ancho. La semilla está cubierta por una cobertura carnosa, tramada y de color rojizo. Esta envoltura, convenientemente secada y separada del resto del fruto se denomina macis y es empleada como especia al igual que la semilla. Así pues éste es el único fruto tropical que es fuente de dos especias diferentes.
En pequeñas dosis, la nuez moscada no produce efectos perceptibles en el organismo. Sin embargo, en dosis altas (7, 5 g. o más) se convierte en un alucinógeno de suave o mediana intensidad produciendo efectos visuales y sensaciones parecidas a las que produce la marihuana. Pero existen motivos para que sea impopular, ya que los efectos duran más de 24 horas después de la subida inicial (aproximadamente 12 horas después de su ingestión) y tienen desagradables efectos secundarios durante todo el proceso, que se extiende más de 36 horas. También puede provocar daños hepáticos si se consume regularmente y en grandes cantidades, además de alucinaciones, náuseas, deshidratación y dolores generalizados, la llamada psicosis de la nuez moscada. En grandes cantidades, (10 g. o más en una sola toma) es peligrosa, produciendo convulsiones y palpitaciones. Su consumo excesivo puede, incluso, causar la muerte. Es extremadamente tóxica inyectada de forma intravenosa. En el pasado fue utilizada como un abortivo.
Almendras
La almendra con más sabor es la almendra amarga (al contrario de la almendra dulce). Pero existe un problema: están llenos de cianuro.
La almendra es una de las semillas más útiles y maravillosas. Tiene un sabor único y es uno de los ingredientes más usado en repostería desde hace siglos. Antes de su consumo, la almendra amarga debe ser procesada para quitar el cianuro. Esto se hace aplicando calor (tostando) las semillas. Como alternativa se puede usar el corazón de la semilla del albaricoque, el cuál tiene sabor similar pero también el mismo contenido de cianuro.
Cerezas
La cereza es una fruta muy popular. Se usa en diferentes recetas de cocina, en la producción de licor o consumido como fruta. Son de la misma familia de las ciruelas, albaricoques y melocotones. Todas estas frutas contienen alta concentración de componentes venenosos en sus hojas y semillas. Las almendras son también de la misma familia, pero se siembra únicamente por sus semillas.
Cuando la semilla de las cerezas es molida, masticada o levemente partida, se produce ácido prúsico (cianuro de hidrógeno). La próxima vez que comas cereza, recuerda no chupar o morder las semillas.
Manzanas
La semilla de la manzana, al igual que la almendra y la semilla de la cereza también contiene cianuro, pero en muy pequeña dosis. Las semillas de manzana es frecuentemente ingerida en forma accidental, pero se requiere masticar una cantidad muy grande para sufrir envenenamiento. En una manzana no hay suficiente semillas para producir la muerte, pero si es posible ingerir suficiente semillas para producir la muerte. Por esta razón no es recomendable participar en concurso de comer estas semillas.
Ruibarbo
El Ruibarbo es una planta muy subestimada, ya que produce algunos de los más sabrosos postres, dulces y mermeladas, y es muy fácil su cultivo casero.
La raíz del Ruibarbo se ha usado por miles de años como laxante. El Ruibarbo contiene en sus hojas un ácido corrosivo y venenoso (ácido oxálico) y otros venenos desconocidos. Si se mezcla las hojas con agua y soda, se obtiene un veneno más fuerte debido a los solubles de oxalatos. El ácido oxálico ataca el esmalte dental. Por eso los dientes se notan ásperos después de su consumo, aunque pasado un rato vuelve a normalizarse. No hay conocimiento acerca de daños irreparables para los dientes, pero es más recomendable consumir el ruibarbo con alimentos que contengan calcio, como la leche o el yogurt.
La parte comestible del Ruibarbo es el tallo, el cuál puede consumirse crudo, directamente o aderezándolo como ensalada y también cocido (compota de ruibarbo) o en pasteles.
Tomates
La toxina se encuentra en las hojas y tallos de la planta del tomate, los cuales contienen un químico llamado “ Glico alcaloide” que causa terrible trastorno nerviosos y estomacales. A pesar de eso, se puede usar en la cocina para mejorar el sabor, pero debe ser removido para evitar su consumo. Cocinado de esta manera no se transfiere suficiente veneno a la comida, pero si le proporciona un mejor sabor.
Patatas
La planta de la patata al igual que la del tomate tiene veneno en los tallos y hojas, y aún de la propia patata cuando se deja que se vuelva verde (el color verde se debido a la alta concentración de veneno glico-alcaloide. El envenenamiento por patatas es raro, pero sucede de vez en cuando. La muerte sobreviene después de un período de debilidad y confusión, seguido por un estado de coma. La mayoría de los casos de muerte por envenenamiento de patatas ocurrió en los últimos 50 años en USA, como resultado de consumo de patatas verdes o de té hecho con hojas de la patata.
A continuación una lista de los productos de origen vegetal, común en nuestra dieta diaria, que tienen partes tóxicas.
- Aceite de ricino
- Planta de Ricino
- Semillas de Ricino
El aceite de ricino se obtiene a partir de la semilla de la planta Ricinus communis, que contiene aproximadamente un 40-50 % del aceite. El aceite a su vez contiene el 70-77 % de los triglicéridos del ácido ricinoleico.
El aceite de ricino, es usado normalmente como saborizante y emulsificante en caramelos, chocolate, y otros alimentos, y también usado por muchas personas como purgante.
Afortunadamente el aceite de ricino para consumo humano es cuidadosamente preparado porque la semilla de la planta es tan venenoso, que una sola semilla contiene tanto veneno llamado ricino, que puede matar una persona, y cuatro semillas puede matar un caballo. El ricino es tan tóxico que los trabajadores que recolectan las semillas deben cumplir estrictas medidas de seguridad para prevenir muerte accidental. Pero a pesar de eso, muchos colectores sufren efectos colaterales.
Nuez moscada
La nuez moscada es el fruto de árboles perennifolios del género Myristica, de la familia de las Myristicaceae, procedente de las Islas de las Especias (en la actualidad las Islas Molucas en Indonesia). Estos árboles son la fuente de dos especias derivadas del fruto: la nuez moscada y el macis.
La nuez moscada es, en realidad, la semilla del árbol, de forma ligeramente ovoide, entre 20-30 mm de largo y 15-18 de ancho. La semilla está cubierta por una cobertura carnosa, tramada y de color rojizo. Esta envoltura, convenientemente secada y separada del resto del fruto se denomina macis y es empleada como especia al igual que la semilla. Así pues éste es el único fruto tropical que es fuente de dos especias diferentes.
En pequeñas dosis, la nuez moscada no produce efectos perceptibles en el organismo. Sin embargo, en dosis altas (7, 5 g. o más) se convierte en un alucinógeno de suave o mediana intensidad produciendo efectos visuales y sensaciones parecidas a las que produce la marihuana. Pero existen motivos para que sea impopular, ya que los efectos duran más de 24 horas después de la subida inicial (aproximadamente 12 horas después de su ingestión) y tienen desagradables efectos secundarios durante todo el proceso, que se extiende más de 36 horas. También puede provocar daños hepáticos si se consume regularmente y en grandes cantidades, además de alucinaciones, náuseas, deshidratación y dolores generalizados, la llamada psicosis de la nuez moscada. En grandes cantidades, (10 g. o más en una sola toma) es peligrosa, produciendo convulsiones y palpitaciones. Su consumo excesivo puede, incluso, causar la muerte. Es extremadamente tóxica inyectada de forma intravenosa. En el pasado fue utilizada como un abortivo.
Almendras
La almendra con más sabor es la almendra amarga (al contrario de la almendra dulce). Pero existe un problema: están llenos de cianuro.
La almendra es una de las semillas más útiles y maravillosas. Tiene un sabor único y es uno de los ingredientes más usado en repostería desde hace siglos. Antes de su consumo, la almendra amarga debe ser procesada para quitar el cianuro. Esto se hace aplicando calor (tostando) las semillas. Como alternativa se puede usar el corazón de la semilla del albaricoque, el cuál tiene sabor similar pero también el mismo contenido de cianuro.
Cerezas
La cereza es una fruta muy popular. Se usa en diferentes recetas de cocina, en la producción de licor o consumido como fruta. Son de la misma familia de las ciruelas, albaricoques y melocotones. Todas estas frutas contienen alta concentración de componentes venenosos en sus hojas y semillas. Las almendras son también de la misma familia, pero se siembra únicamente por sus semillas.
Cuando la semilla de las cerezas es molida, masticada o levemente partida, se produce ácido prúsico (cianuro de hidrógeno). La próxima vez que comas cereza, recuerda no chupar o morder las semillas.
Manzanas
La semilla de la manzana, al igual que la almendra y la semilla de la cereza también contiene cianuro, pero en muy pequeña dosis. Las semillas de manzana es frecuentemente ingerida en forma accidental, pero se requiere masticar una cantidad muy grande para sufrir envenenamiento. En una manzana no hay suficiente semillas para producir la muerte, pero si es posible ingerir suficiente semillas para producir la muerte. Por esta razón no es recomendable participar en concurso de comer estas semillas.
Ruibarbo
El Ruibarbo es una planta muy subestimada, ya que produce algunos de los más sabrosos postres, dulces y mermeladas, y es muy fácil su cultivo casero.
La raíz del Ruibarbo se ha usado por miles de años como laxante. El Ruibarbo contiene en sus hojas un ácido corrosivo y venenoso (ácido oxálico) y otros venenos desconocidos. Si se mezcla las hojas con agua y soda, se obtiene un veneno más fuerte debido a los solubles de oxalatos. El ácido oxálico ataca el esmalte dental. Por eso los dientes se notan ásperos después de su consumo, aunque pasado un rato vuelve a normalizarse. No hay conocimiento acerca de daños irreparables para los dientes, pero es más recomendable consumir el ruibarbo con alimentos que contengan calcio, como la leche o el yogurt.
La parte comestible del Ruibarbo es el tallo, el cuál puede consumirse crudo, directamente o aderezándolo como ensalada y también cocido (compota de ruibarbo) o en pasteles.
Tomates
La toxina se encuentra en las hojas y tallos de la planta del tomate, los cuales contienen un químico llamado “ Glico alcaloide” que causa terrible trastorno nerviosos y estomacales. A pesar de eso, se puede usar en la cocina para mejorar el sabor, pero debe ser removido para evitar su consumo. Cocinado de esta manera no se transfiere suficiente veneno a la comida, pero si le proporciona un mejor sabor.
Patatas
La planta de la patata al igual que la del tomate tiene veneno en los tallos y hojas, y aún de la propia patata cuando se deja que se vuelva verde (el color verde se debido a la alta concentración de veneno glico-alcaloide. El envenenamiento por patatas es raro, pero sucede de vez en cuando. La muerte sobreviene después de un período de debilidad y confusión, seguido por un estado de coma. La mayoría de los casos de muerte por envenenamiento de patatas ocurrió en los últimos 50 años en USA, como resultado de consumo de patatas verdes o de té hecho con hojas de la patata.
Sopa de cebolla inglesa
Este plato es tan sencillo y humilde que está buenísimo. Cada vez que lo hago soy un poquito más feliz porque me encanta y disfruto mucho haciéndolo. Sobre todo porque la cocina se llena de los aromas tan dulces de la cebolla cuando se está cocinando a parte de los demas ingredientes que combinan a la perfección dando como resultado esta interesante sopa tan nutritiva, depurativa y rica.
Ingredientes:
1 cuch. de mantequilla
Aceite de oliva
Un buen manojo de hojas de salvia frescas
4 dientes de ajo, pelados y laminados
2 cebollas rojas, cortadas en juliana
2 cebollas blancas, cortadas en juliana
1 puerro medianito, picado en rodajas finas
Sal y pimienta negra recien molida
1 litro de caldo de ave o vegetal
Unas cuantas rebanadas de pan
Un buen puñado de queso cheddar, recien rallado
Unas cuantas gotitas de salsa ingresa perrins (worcestershire)
Elaboración:
En una cazuela con fondo grueso, calentamos la mantequilla junto a un buen chorrito de aceite de oliva y doramos las hojas de salvia y el ajo con cuidado de que no adquieran demasiado color porque sino el ajo tiene mal sabor.
Luego incorporamos las cebollas, el puerro, salpimentamos generosamente y tapamos la cazuela dejando una rendija para que vaya soltando el vapor. Dejaremos cocinar unos 15 min. removiendo de vez en cuando a fuego lento.
Pasado este tiempo agregamos el caldo, subimos el fuego y cuando rompa a hervir, volvemos a bajarlo y dejamos cocinar otros 10 min. más. Podéis espumar la sopa si queréis, pero a mi personalmente me gusta que conserve todo su sabor.
Ahora tostamos ligeramente cada rebanada de pan en un tostador o una plancha.
Vertemos en cuencos individuales o en platos la sopa y por encima en forma de tapa, una rebanada de pan donde le habremos colocado un poco de queso cheddar rallado. Lo metemos en el horno en posición grill y gratinamos ligeramente hasta ver que el queso empieza a burbujear. Y servimos de inmediato regando unas gotitas de salsa perrins por encima. No tengo palabras para describir este plato, simplemente riquísimo!!
Ingredientes:
1 cuch. de mantequilla
Aceite de oliva
Un buen manojo de hojas de salvia frescas
4 dientes de ajo, pelados y laminados
2 cebollas rojas, cortadas en juliana
2 cebollas blancas, cortadas en juliana
1 puerro medianito, picado en rodajas finas
Sal y pimienta negra recien molida
1 litro de caldo de ave o vegetal
Unas cuantas rebanadas de pan
Un buen puñado de queso cheddar, recien rallado
Unas cuantas gotitas de salsa ingresa perrins (worcestershire)
Elaboración:
En una cazuela con fondo grueso, calentamos la mantequilla junto a un buen chorrito de aceite de oliva y doramos las hojas de salvia y el ajo con cuidado de que no adquieran demasiado color porque sino el ajo tiene mal sabor.
Luego incorporamos las cebollas, el puerro, salpimentamos generosamente y tapamos la cazuela dejando una rendija para que vaya soltando el vapor. Dejaremos cocinar unos 15 min. removiendo de vez en cuando a fuego lento.
Pasado este tiempo agregamos el caldo, subimos el fuego y cuando rompa a hervir, volvemos a bajarlo y dejamos cocinar otros 10 min. más. Podéis espumar la sopa si queréis, pero a mi personalmente me gusta que conserve todo su sabor.
Ahora tostamos ligeramente cada rebanada de pan en un tostador o una plancha.
Vertemos en cuencos individuales o en platos la sopa y por encima en forma de tapa, una rebanada de pan donde le habremos colocado un poco de queso cheddar rallado. Lo metemos en el horno en posición grill y gratinamos ligeramente hasta ver que el queso empieza a burbujear. Y servimos de inmediato regando unas gotitas de salsa perrins por encima. No tengo palabras para describir este plato, simplemente riquísimo!!
domingo, 6 de marzo de 2011
Cabello de ángel casero
El pasado mes de diciembre pasé unos días en casa de mis padre en el campo. Y la verdad es que me vino bien, para desconectar un poco de todo.
Unos de esos días fuí con mi hermano a la huerta y me mostró lo que había cultivado, unas calabazas cidra, me dijo, y claro yo pensé, supongo que es una especie de calabaza como las demás, pero él me dijo que eran las famosas calabazas para elaborar el cabello de ángel. Me quedé un poco asombrado, pues si os soy sincero nunca he echo cabello de ángel y mucho menos que se hiciera con una variedad de calabaza. Pero bueno todos los días aprendo algo nuevo.
Hace unos días me acordé que tenía en la despensa las calabazas en un rincón esperando a ser utilizadas y me dije, pues manos a la obra, porque sino se van a poner en mal estado y no hay mas coraje que me dé que tirar verduras o frutas porque se han puesto demasiado maduras y nos la he utilizado a tiempo...
Ingredientes:
2 calabazas cidra
Azúcar
1 palito de canela
El zumo de 1 limón y la piel de este
Elaboración:
En primer lugar cortamos en trozos medianos las calabazas con un cuchillo bien afilado y con cuidado de no cortarnos, porque la piel de estas calabazas está muy dura. Hay gente que para abrirlas las estalla contra el suelo para que se hagan mil pedazos (dicen que así conserva todos los aromas) pero no estamos en la edad de piedra, jejejejeje!!!
Cuando tengamos las calabazas en trozos, los echamos en una olla grande y cubrimos con agua hasta la mitad. Ponemos a fuego lento y dejamos que se pongan tiernas con la olla tapada unos 50 min.
Pasado este tiempo escurrimos bien y con ayuda de una cucharilla vamos retirando la pulpa de la cascara y la vamos echando en un recipiente o en la misma olla.
Volvemos a colocar al fuego la pulpa de la calabaza con la misma cantidad de pulpa que de azúcar, el palito de canela, el zumo de limón y la cascara de este y dejamos cocinar a fuego lento hasta que veamos que la pulpa se vuelve algo dorada de color, removiendo de vez en cuando.
Pasado un ratito, apagamos el fuego, dejamos que temple y ya podemos guardarlo en botes de cristal esterilizados o si lo vamos a consumir pronto, lo echamos en un bol tapado con un pliegue de papel film.
Unos de esos días fuí con mi hermano a la huerta y me mostró lo que había cultivado, unas calabazas cidra, me dijo, y claro yo pensé, supongo que es una especie de calabaza como las demás, pero él me dijo que eran las famosas calabazas para elaborar el cabello de ángel. Me quedé un poco asombrado, pues si os soy sincero nunca he echo cabello de ángel y mucho menos que se hiciera con una variedad de calabaza. Pero bueno todos los días aprendo algo nuevo.
Hace unos días me acordé que tenía en la despensa las calabazas en un rincón esperando a ser utilizadas y me dije, pues manos a la obra, porque sino se van a poner en mal estado y no hay mas coraje que me dé que tirar verduras o frutas porque se han puesto demasiado maduras y nos la he utilizado a tiempo...
Ingredientes:
2 calabazas cidra
Azúcar
1 palito de canela
El zumo de 1 limón y la piel de este
Elaboración:
En primer lugar cortamos en trozos medianos las calabazas con un cuchillo bien afilado y con cuidado de no cortarnos, porque la piel de estas calabazas está muy dura. Hay gente que para abrirlas las estalla contra el suelo para que se hagan mil pedazos (dicen que así conserva todos los aromas) pero no estamos en la edad de piedra, jejejejeje!!!
Cuando tengamos las calabazas en trozos, los echamos en una olla grande y cubrimos con agua hasta la mitad. Ponemos a fuego lento y dejamos que se pongan tiernas con la olla tapada unos 50 min.
Pasado este tiempo escurrimos bien y con ayuda de una cucharilla vamos retirando la pulpa de la cascara y la vamos echando en un recipiente o en la misma olla.
Volvemos a colocar al fuego la pulpa de la calabaza con la misma cantidad de pulpa que de azúcar, el palito de canela, el zumo de limón y la cascara de este y dejamos cocinar a fuego lento hasta que veamos que la pulpa se vuelve algo dorada de color, removiendo de vez en cuando.
Pasado un ratito, apagamos el fuego, dejamos que temple y ya podemos guardarlo en botes de cristal esterilizados o si lo vamos a consumir pronto, lo echamos en un bol tapado con un pliegue de papel film.
Cañitas y flores rellenas de cabello de ángel del jardín de la reina rubita
El otro día hice cabello de ángel casero como ya os comenté con las calabazas cidra que tenía en la despensa. Se me ocurrió entretenerme por la tarde y hacer con pasta filo algunos dulces a ver que tal salían. El diseño tampoco es para tirar cohetes, pero bueno, la vida es demasiado corta para gastar el tiempo haciendo pijotadas.. jejeje. Lo importante es lo que hagas esté bueno y que disfrutes con ello en la elaboración.
Ingredientes:
500 grs. de cabello de ángel casero
1 pack de pasta filo o pasta de hojaldre
Mantequilla derretida
Semillas de amapola, semillas de sésamo... para decorar
Elaboración:
Sobre la mesa de trabajo colocamos con mucho cuidado una hoja de pasta filo, envadurnamos con ayuda de una brocha toda la hoja con mantequilla derretida y así sucesivamente. Al final colocamos un buen pegote de cabello de ángel casero y le damos la forma que mas nos guste, por ejemplo tipo caña enrollado, o lo cortamos en cuadraditos y colocamos encima otro pliegue de pasta filo formando unos sandwich... en fin os lo dejo a vuestra elección.
Para terminar pintamos toda la superficie y espolvoreamos con las semillas de sésamo y amapola. Lo colocamos sobre un pliegue de papel vegetal pintado de mantequilla para evitar que se peque durante la cocción y lo metemos a horno unos 15 min. a 180º C o hasta que veamos que estan doraditos y crujientes.
Si no encontráis la pasta filo, lo podéis hacer también con pasta de hojaldre. Os dará un buen resultado.
Nota: Esta receta se la quiero dedicar a una persona muy importante para mi y que me ha servido de inspiración para este postre tan rico. Solo agrecederte tu amistad, tu amor, gracias por compartir tantos momentos de risas, de anécdotas, de trucos, gracias por darme animos para seguir al pie del cañón, cocinando, por entenderme, por enfadarte y por reirnos de todo, por imaginar un mundo mejor para todo el mundo donde la prioridad sea el amor y la pasión por la cocina... por todos estos momentos de felicidad y tiempo, te escribo estas palabras llenas de amor... un beso de tu marido que siempre estará en un rincón de la casa llamado cocina y siempre te lleva en el pensamiento y en el corazón. Te Quiero Montse!!
Ingredientes:
500 grs. de cabello de ángel casero
1 pack de pasta filo o pasta de hojaldre
Mantequilla derretida
Semillas de amapola, semillas de sésamo... para decorar
Elaboración:
Sobre la mesa de trabajo colocamos con mucho cuidado una hoja de pasta filo, envadurnamos con ayuda de una brocha toda la hoja con mantequilla derretida y así sucesivamente. Al final colocamos un buen pegote de cabello de ángel casero y le damos la forma que mas nos guste, por ejemplo tipo caña enrollado, o lo cortamos en cuadraditos y colocamos encima otro pliegue de pasta filo formando unos sandwich... en fin os lo dejo a vuestra elección.
Para terminar pintamos toda la superficie y espolvoreamos con las semillas de sésamo y amapola. Lo colocamos sobre un pliegue de papel vegetal pintado de mantequilla para evitar que se peque durante la cocción y lo metemos a horno unos 15 min. a 180º C o hasta que veamos que estan doraditos y crujientes.
Si no encontráis la pasta filo, lo podéis hacer también con pasta de hojaldre. Os dará un buen resultado.
Nota: Esta receta se la quiero dedicar a una persona muy importante para mi y que me ha servido de inspiración para este postre tan rico. Solo agrecederte tu amistad, tu amor, gracias por compartir tantos momentos de risas, de anécdotas, de trucos, gracias por darme animos para seguir al pie del cañón, cocinando, por entenderme, por enfadarte y por reirnos de todo, por imaginar un mundo mejor para todo el mundo donde la prioridad sea el amor y la pasión por la cocina... por todos estos momentos de felicidad y tiempo, te escribo estas palabras llenas de amor... un beso de tu marido que siempre estará en un rincón de la casa llamado cocina y siempre te lleva en el pensamiento y en el corazón. Te Quiero Montse!!
jueves, 3 de marzo de 2011
Gallo de mar al horno
El otro día Montse compró un par de gallos medianitos en el mercado y me preguntó, ¿como se te ocurre cocinarlos?, pues la verdad que después de un buen rato mirando recetas en mis libros de cocina, encontré muchas maneras pero no me convencieron mucho y entonces me dije; voy a echar mano de la imaginación y hacer algo diferente...
Ingredientes:
2 gallos medianos limpios y sin escamas
2 patatas grandes cortadas en rodajas de 1 cm
1 diente de ajo cortado en láminas
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Un buen manojo de perejil picado
1/2 vaso de vino blanco
1/2 limón
Elaboración:
Cocemos en una olla con agua hirviendo salada unos 5 min. las patatas en rodajas. Cuando estén, las escurrimos.
En una bandeja de horno echamos un buen chorrito de aceite de oliva y colocamos las rodajas de patatas formando una cama y encima pondremos los pescados (con la piel oscura hacia arriba), regamos con el vino y salpimentamos al gusto. Metemos la bandeja al horno a 180º C unos 15 min.
Mientras tanto en una sartén pequeña calentamos un chorrito de aceite de oliva y doramos muy ligeramente el ajo.
5 min. antes de sacar la bandeja del horno, incorporamos el aceite aromatizada con el ajo y el perejil picado. Y justo antes de servir regamos con el zumo del 1/2 limón por encima.
Ingredientes:
2 gallos medianos limpios y sin escamas
2 patatas grandes cortadas en rodajas de 1 cm
1 diente de ajo cortado en láminas
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Un buen manojo de perejil picado
1/2 vaso de vino blanco
1/2 limón
Elaboración:
Cocemos en una olla con agua hirviendo salada unos 5 min. las patatas en rodajas. Cuando estén, las escurrimos.
En una bandeja de horno echamos un buen chorrito de aceite de oliva y colocamos las rodajas de patatas formando una cama y encima pondremos los pescados (con la piel oscura hacia arriba), regamos con el vino y salpimentamos al gusto. Metemos la bandeja al horno a 180º C unos 15 min.
Mientras tanto en una sartén pequeña calentamos un chorrito de aceite de oliva y doramos muy ligeramente el ajo.
5 min. antes de sacar la bandeja del horno, incorporamos el aceite aromatizada con el ajo y el perejil picado. Y justo antes de servir regamos con el zumo del 1/2 limón por encima.
Menta
Definición y características
Es una planta aromática de la familia de las Lamináceas. Tiene un tronco subterráneo ramificado desde el cual salen los apéndices de los cuales se desarrollan las raíces y las ramas. Los troncos tienen una altura de 50-60 cm, erectos, ramificados y de color violeta o verde. Las hojas son opuestas, ovales y aserradas. Las flores se agrupan en espigas que pueden ser de color blanco o rojo-violáceo. Crece en la llanura, pero se puede encontrar también hasta los 700 m de altura cultivada protegida del viento y con una exposición solar mediana. Es originaria de Asia Central y de la cuenca del Mediterráneo.
Existen numerosas variedades de menta, las más conocidas y de uso común son la menta piperita, la menta romana, la ajedrea y el mentastro.
Un poco de Historia
Menta es el nombre de una ninfa mitológica. Ovidio en su leyenda cuenta que Minta, hija del río infernal Cocito y amada por Plutón, fue transformada en vegetal por la celosa Proserpina. Esta planta ha tenido siempre el favor de los grandes conocedores de hierbas: el Antiguo Testamento, nos dice que ésta se usaba para perfumar los comedores y para elevar el espíritu; el "papiro de Erbers" la considera entre las hierbas más preciosas, era sagrada para Iside y para el Dios de la medicina Thot.
Durante los siglos la menta continuó a ser objeto de gran consumo, tanto es así, que Carlo Magno emitió feroces publicados para evitar su derroche y proteger la especie.
Los griegos creían que su olor era el olor de la fuerza y se frotaban con ella los brazos antes de entrar en combate con sus enemigos.
Recolección y conservación
Las hojas se recogen en Junio, antes de la floración, mientras las puntas floridas en Julio-Agosto (verano Italia). Si recomienda recogerla en la mañana o en la tarde, nunca en una jornada lluviosa. Tanto las hojas como las extremidades floridas se desecan poniéndolas a la sombra, sobre los encañados. El producto se deja madurar por más o menos un mes y se conserva protegido de la luz y del calor para limitar la pérdida de aceite esncial por evaporación. La conservación no debe nunca superar el año.
Usos en la cocina
El uso de la menta es muy difuso en India, Medio Oriente y en el Norte África; es común también en España y en Italia mientras en Francia es considerada un aroma un poco áspero. Es óptima para prepara el cordero, la menta acompaña muy bien todas las carnes con sabores decididos como el pato y el carnero. Su aroma es netamente veraniego combinándose bien con las verduras de verano: tomates, pepinos, papas nuevas, berenjenas y zapallitos italianos. También es muy buena usándola en la preparación a base de frutas con frambuesas, frutillas y otras bayas. Bien desecada se preparan óptimas tisanas y té.
Es una planta aromática de la familia de las Lamináceas. Tiene un tronco subterráneo ramificado desde el cual salen los apéndices de los cuales se desarrollan las raíces y las ramas. Los troncos tienen una altura de 50-60 cm, erectos, ramificados y de color violeta o verde. Las hojas son opuestas, ovales y aserradas. Las flores se agrupan en espigas que pueden ser de color blanco o rojo-violáceo. Crece en la llanura, pero se puede encontrar también hasta los 700 m de altura cultivada protegida del viento y con una exposición solar mediana. Es originaria de Asia Central y de la cuenca del Mediterráneo.
Existen numerosas variedades de menta, las más conocidas y de uso común son la menta piperita, la menta romana, la ajedrea y el mentastro.
Un poco de Historia
Menta es el nombre de una ninfa mitológica. Ovidio en su leyenda cuenta que Minta, hija del río infernal Cocito y amada por Plutón, fue transformada en vegetal por la celosa Proserpina. Esta planta ha tenido siempre el favor de los grandes conocedores de hierbas: el Antiguo Testamento, nos dice que ésta se usaba para perfumar los comedores y para elevar el espíritu; el "papiro de Erbers" la considera entre las hierbas más preciosas, era sagrada para Iside y para el Dios de la medicina Thot.
Durante los siglos la menta continuó a ser objeto de gran consumo, tanto es así, que Carlo Magno emitió feroces publicados para evitar su derroche y proteger la especie.
Los griegos creían que su olor era el olor de la fuerza y se frotaban con ella los brazos antes de entrar en combate con sus enemigos.
Recolección y conservación
Las hojas se recogen en Junio, antes de la floración, mientras las puntas floridas en Julio-Agosto (verano Italia). Si recomienda recogerla en la mañana o en la tarde, nunca en una jornada lluviosa. Tanto las hojas como las extremidades floridas se desecan poniéndolas a la sombra, sobre los encañados. El producto se deja madurar por más o menos un mes y se conserva protegido de la luz y del calor para limitar la pérdida de aceite esncial por evaporación. La conservación no debe nunca superar el año.
Usos en la cocina
El uso de la menta es muy difuso en India, Medio Oriente y en el Norte África; es común también en España y en Italia mientras en Francia es considerada un aroma un poco áspero. Es óptima para prepara el cordero, la menta acompaña muy bien todas las carnes con sabores decididos como el pato y el carnero. Su aroma es netamente veraniego combinándose bien con las verduras de verano: tomates, pepinos, papas nuevas, berenjenas y zapallitos italianos. También es muy buena usándola en la preparación a base de frutas con frambuesas, frutillas y otras bayas. Bien desecada se preparan óptimas tisanas y té.
miércoles, 2 de marzo de 2011
Penne rigate alla puttanesca
Curioso el nombre de este plato cuando se oye por primera vez, pero no tiene nada que ver con lo que seguro que algunos habéis pensado... penne en italiano deriva de la palabra pluma y esta a su vez define al tipo de pasta que conocemos, los macarrones. Rigate significa estrías o surcos pues este tipo de pasta tiene forma de macarrón pero con ondulaciones alrededor.
Y la puttanesca es una salsa mediterranea que en realidad su origen es incierto. Algunos expertos dicen que es posible que fuera costumbre de las prostitutas de Nápoles preparar este sencillo y rápido plato entre cliente y cliente. Se dice que una prostituta llamada Yvette la Francese que tenía un local de comidas además de un burdel pudo haber inventado este plato. Una tercera interpretación menciona que este plato se elaboraba con maccheroni y se denominaba a la marinara cambió el nombre tras la Segunda Guerra Mundial por su atractivo para los marineros.
En fin, lo cierto es que esta muy bueno y os animo a que lo hagáis pues se hace en un santiamén!!
Ingredientes:
200 grs. de penne rigate, macarrones o incluso espaguetis
2 dientes de ajo, pelados y cortados en láminas
Un puñado de aceitunas aliñadas
1 latita de anchoas en aceite
1 chile sin semillas y picado fino
1 lata de tomate natural triturado de unos 400 grs.
Un buen pellizco de orégano seco
Aceite de oliva
Un manojito de hojas de albahaca fresca, picada
Un pequeño manojo de hojas de perejil
Queso parmesano
Elaboración:
Nos entretenemos en quitar poco a poco los huesos de las aceitunas y cuando estén listas las echamos en un cuenco.
Ponemos una cazuela al fuego con un chorrito de aceite de oliva y sofreimos ligeramente los ajos. Luego añadimos los filetes de anchoas y dejamos que se derritan con el calor (esto le dará un toque muy bueno a nuestra salsa). Añadiremos el chile, las aceitunas, el orégano seco y la lata de tomate dejando que rompa a hervir y dejamos unos 7 min. para que se cocine todo en conjunto.
Mientras tanto cocemos al dente la pasta en una olla con agua salada hirviendo. Cuando esté lista la escurrimos en un colador y dejaremos un poco del agua de cocción que luego añadiremos a la salsa para aligerarla un poco. A la pasta le podemos echar unas gotitas de aceite de oliva para que quede mas suelta y no se pegue.
Emplatamos la pasta y vertemos por encima la salsa puttanesca espolvoreando todo con las hojitas de albahaca, el perejil y parmesano recién rallado.
Quien da más??
Y la puttanesca es una salsa mediterranea que en realidad su origen es incierto. Algunos expertos dicen que es posible que fuera costumbre de las prostitutas de Nápoles preparar este sencillo y rápido plato entre cliente y cliente. Se dice que una prostituta llamada Yvette la Francese que tenía un local de comidas además de un burdel pudo haber inventado este plato. Una tercera interpretación menciona que este plato se elaboraba con maccheroni y se denominaba a la marinara cambió el nombre tras la Segunda Guerra Mundial por su atractivo para los marineros.
En fin, lo cierto es que esta muy bueno y os animo a que lo hagáis pues se hace en un santiamén!!
Ingredientes:
200 grs. de penne rigate, macarrones o incluso espaguetis
2 dientes de ajo, pelados y cortados en láminas
Un puñado de aceitunas aliñadas
1 latita de anchoas en aceite
1 chile sin semillas y picado fino
1 lata de tomate natural triturado de unos 400 grs.
Un buen pellizco de orégano seco
Aceite de oliva
Un manojito de hojas de albahaca fresca, picada
Un pequeño manojo de hojas de perejil
Queso parmesano
Elaboración:
Nos entretenemos en quitar poco a poco los huesos de las aceitunas y cuando estén listas las echamos en un cuenco.
Ponemos una cazuela al fuego con un chorrito de aceite de oliva y sofreimos ligeramente los ajos. Luego añadimos los filetes de anchoas y dejamos que se derritan con el calor (esto le dará un toque muy bueno a nuestra salsa). Añadiremos el chile, las aceitunas, el orégano seco y la lata de tomate dejando que rompa a hervir y dejamos unos 7 min. para que se cocine todo en conjunto.
Mientras tanto cocemos al dente la pasta en una olla con agua salada hirviendo. Cuando esté lista la escurrimos en un colador y dejaremos un poco del agua de cocción que luego añadiremos a la salsa para aligerarla un poco. A la pasta le podemos echar unas gotitas de aceite de oliva para que quede mas suelta y no se pegue.
Emplatamos la pasta y vertemos por encima la salsa puttanesca espolvoreando todo con las hojitas de albahaca, el perejil y parmesano recién rallado.
Quien da más??
El origen de las tapas
Se le conoce como tapas a pequeños aperitivos o entrantes que se comen entre las comidas principales para que el cuerpo aguante hasta que nos sentemos a la mesa a comer.
Según algunos historiadores, las tapas nacieron a causa de una enfermedad del rey Alfonso X "el sabio", los médicos le recomendaron que tomara pequeños bocados entre horas, con pequeños sorbos de vino. Una vez curado, el rey ordenó que en las tabernas y mesones de Castilla no se sirviera el vino así sin mas, sino que se acompañara con pequeños bocados o aperitivos.
Se puede considerar que esta costumbre haría bien entre los clientes, pues así no tomaban el alcohol con el estómago vacio, pues la mayoría eran campesinos y no tenían suficiente dinero para poderse pagar una comida en condiciones.
Poco a poco en toda España se fue generalizando las tabernas y continuó la orden que el rey impuso.
Tiempo después los vasos o jarras de vino se servían tapados con una rebanada de pan, rodaja de fiambre, loncha de jamón o de queso, que serviría tanto para evitar que cayeran impurezas o insectos en el vino como tomar un pequeño bocado para hacer más apetecible la bebida. De aquí le viene el nombre de esta tradición española, el alimento sólido que tapa el vaso de vino.
Aunque hay otros historiadores que dicen que el origen de estos aperitivos tan conocidos tanto nacional como internacionalmente, nació entre los campesinos y trabajadores de otros gremios, en la necesidad de comer pequeños alimentos durante sus duras jornadas de trabajo, porque así podían continuar con sus labores hasta la hora del almuerzo.
Estos tentempiés exigían vino, porque el alcohol aumentaba el entusiasmo y las fuerzas. En invierno ayudaba a entrar en calor soportando las bajas temperaturas del campo o del taller medieval y en verano sobre todo en la parte del Sur era el gazpacho, sustituyendo el vino, ya que este con el calor provocaba sofocos al organismo.
Este aperitivo se convirtió en "alifara" en el Norte , Aragón y Navarra; y en el Pais Vasco, con el tiempo, empezó a deniminarse "poteo", porque exigía "potes" de vino en el consumo.
Según algunos historiadores, las tapas nacieron a causa de una enfermedad del rey Alfonso X "el sabio", los médicos le recomendaron que tomara pequeños bocados entre horas, con pequeños sorbos de vino. Una vez curado, el rey ordenó que en las tabernas y mesones de Castilla no se sirviera el vino así sin mas, sino que se acompañara con pequeños bocados o aperitivos.
Se puede considerar que esta costumbre haría bien entre los clientes, pues así no tomaban el alcohol con el estómago vacio, pues la mayoría eran campesinos y no tenían suficiente dinero para poderse pagar una comida en condiciones.
Poco a poco en toda España se fue generalizando las tabernas y continuó la orden que el rey impuso.
Tiempo después los vasos o jarras de vino se servían tapados con una rebanada de pan, rodaja de fiambre, loncha de jamón o de queso, que serviría tanto para evitar que cayeran impurezas o insectos en el vino como tomar un pequeño bocado para hacer más apetecible la bebida. De aquí le viene el nombre de esta tradición española, el alimento sólido que tapa el vaso de vino.
Aunque hay otros historiadores que dicen que el origen de estos aperitivos tan conocidos tanto nacional como internacionalmente, nació entre los campesinos y trabajadores de otros gremios, en la necesidad de comer pequeños alimentos durante sus duras jornadas de trabajo, porque así podían continuar con sus labores hasta la hora del almuerzo.
Estos tentempiés exigían vino, porque el alcohol aumentaba el entusiasmo y las fuerzas. En invierno ayudaba a entrar en calor soportando las bajas temperaturas del campo o del taller medieval y en verano sobre todo en la parte del Sur era el gazpacho, sustituyendo el vino, ya que este con el calor provocaba sofocos al organismo.
Este aperitivo se convirtió en "alifara" en el Norte , Aragón y Navarra; y en el Pais Vasco, con el tiempo, empezó a deniminarse "poteo", porque exigía "potes" de vino en el consumo.
Vegetales samosa
Os prometí hace tiempo que os daría la receta de este entrante indú y aquí os la dejo. Es muy sencillo se hacer, pero al principio hay que cogerle en hilo para que os salgan bien de forma, aunque en realidad en la imperfección está la perfección de las cosas y si os salen algunos mas grandes y otros mas pequeños se notará que son caseros y nadie os podrá decir que no lo habéis hecho vosotros en casa.
Espero que os guste!!
Ingredientes:
- Para la masa:
2 tazas de harina
Sal
4 cuch. de aceite vegetal
Un poco de agua
- Para el relleno:
4 patatas medianas cocidas
Aceite vegetal
1 cebolla mediana, pelada y picada fina
Un buen puñado de guisantes
Un trocito de rizoma de jengibre del tamaño de un pulgar rallado
1 chile, picado fino
Un manojito de cilantro fresco picado
Agua
Sal
1 cuch. de semillas de cilantro
1 cuch. de garam masala
1 cuch. de semillas de comino, ligeramente tostadas
¼ cuch. de pimienta de cayena molida
El zumo de ½ limón
Aceite vegetal para freír
Elaboración:
Tamizamos la harina y la sal en un tazón, añadimos un chorrito de aceite y se frota la masa con los dedos hasta que obtengamos una mezcla parecida al pan rallado grueso. Poco a poco se añade el agua y se va amasando hasta obtener una masa compacta. La vertemos sobre la superficie de trabajo enharinada y la trabajamos unos 10 min. o hasta que quede suave. La tapamos con papel de film y dejamos reposar unos 30 min.
Y para hacer el relleno, cortamos las patatas cocidas en daditos pequeños y las reservamos.
Calentamos un chorrito de aceite vegetal en una sartén grande y sofreimos la cebolla, añadimos los guisantes, el jengibre, el chile verde, el cilantro y un chorrito pequeño de agua. Se cubre con la tapa y se deja cocinar a fuego suave hasta que los guisantes esten tiernos (vigilamos para que no se seque el preparado, añadiendo unas gotitas de agua si fuese necesario).
Luego añadimos los dados de patatas, un pellizco de sal, las semillas de cilantro, el garam masala, el comino tostado, un poco de pimienta y el zumo de limón, removiéndolo todo bien y se apaga el fuego, dejando reposar el relleno.
Amasamos la masa de nuevo y la dividimos en ocho bolas, que iremos amasando con un rodillo haciendo círculos de unos 18 cm. de diámetro y cada circulito lo cortamos con un cuchillo afilado por la mitad. Se coloca un pegotito del relleno en medio y sellamos todos los extremos con ayuda de un poquito de agua para sellarlos bien (nos podemos ayudar con un tenedor para sellar mejor los bordes de las samosas).
Freimos por tandas nuestras samosas en el aceite bien caliente, hasta que queden doraditas. Despues, las escurrimos en papel de cocina y dejamos templar antes de comerlas.
Espero que os guste!!
Ingredientes:
- Para la masa:
2 tazas de harina
Sal
4 cuch. de aceite vegetal
Un poco de agua
- Para el relleno:
4 patatas medianas cocidas
Aceite vegetal
1 cebolla mediana, pelada y picada fina
Un buen puñado de guisantes
Un trocito de rizoma de jengibre del tamaño de un pulgar rallado
1 chile, picado fino
Un manojito de cilantro fresco picado
Agua
Sal
1 cuch. de semillas de cilantro
1 cuch. de garam masala
1 cuch. de semillas de comino, ligeramente tostadas
¼ cuch. de pimienta de cayena molida
El zumo de ½ limón
Aceite vegetal para freír
Elaboración:
Tamizamos la harina y la sal en un tazón, añadimos un chorrito de aceite y se frota la masa con los dedos hasta que obtengamos una mezcla parecida al pan rallado grueso. Poco a poco se añade el agua y se va amasando hasta obtener una masa compacta. La vertemos sobre la superficie de trabajo enharinada y la trabajamos unos 10 min. o hasta que quede suave. La tapamos con papel de film y dejamos reposar unos 30 min.
Y para hacer el relleno, cortamos las patatas cocidas en daditos pequeños y las reservamos.
Calentamos un chorrito de aceite vegetal en una sartén grande y sofreimos la cebolla, añadimos los guisantes, el jengibre, el chile verde, el cilantro y un chorrito pequeño de agua. Se cubre con la tapa y se deja cocinar a fuego suave hasta que los guisantes esten tiernos (vigilamos para que no se seque el preparado, añadiendo unas gotitas de agua si fuese necesario).
Luego añadimos los dados de patatas, un pellizco de sal, las semillas de cilantro, el garam masala, el comino tostado, un poco de pimienta y el zumo de limón, removiéndolo todo bien y se apaga el fuego, dejando reposar el relleno.
Amasamos la masa de nuevo y la dividimos en ocho bolas, que iremos amasando con un rodillo haciendo círculos de unos 18 cm. de diámetro y cada circulito lo cortamos con un cuchillo afilado por la mitad. Se coloca un pegotito del relleno en medio y sellamos todos los extremos con ayuda de un poquito de agua para sellarlos bien (nos podemos ayudar con un tenedor para sellar mejor los bordes de las samosas).
Freimos por tandas nuestras samosas en el aceite bien caliente, hasta que queden doraditas. Despues, las escurrimos en papel de cocina y dejamos templar antes de comerlas.
Moussaka
Este es uno de los platos que me quedó por probar en mi viaje a Atenas. Pero en un par de ocasiones hemos ido a cenar a un restaurante chipriota y la he probado (la receta original) y la verdad es que es un plato que apetece de comer tanto en invierno como en verano.
Aunque muchos países mediterráneos han adoptado este plato un poco cada uno a su estilo es originario de Grecia y se elabora con carne de cordero aunque yo la suelo hacer con carne de ternera y cerdo.
Esta es la receta original; sencilla y como plato único para estos días de marzo viene muy bien.
Espero que os guste tanto como a mi y disfrutéis tanto en la elaboración como en la degustación.
Ingredientes:
2 o 3 berenjenas cortadas en rodajas de 1 cm. mas o menos
1 cebolla picada fina
2 dientes de ajos cortados en láminas
400 grs. de carne picada de cerdo, ternera o mixta
Una pizca hojas de romero picadas
Una pizca de tomillo seco
1 palito de canela
Un manojito de hojas de menta picadas
1/2 vaso de vino blanco, brandy u oporto
1 lata de tomate natural triturado
Queso parmesano recién rallado
Sal y pimienta
Aceite de oliva
Para la bechamel:
Una nuez de mantequilla
4 cuch. de harina aprox.
1 vaso de leche
Una pizca de nuez moscada recién rallada
2 huevos de gallina criada en libertad o ecológicos
Elaboración:
En primer lugar espolvoreamos bien con sal todas las rodajas de las berenjenas y las vamos colocando en un bol grande, esto hará que suelten toda el agua y no amarguen cuando las hagamos. Las dejamos mas o menos 1 hora.
Mientras tanto en una cazuela de fondo grueso con un chorrito de aceite de oliva, sofreimos los dientes de ajo y la cebolla picada hasta que veamos que están pochaditas. Luego apartamos a un cuenco el sofrito y ayudándonos con una cuchara volvemos a echar el mismo aceite del sofrito en la cazuela y sofreimos la carne picada, salpimentando ligeramente. Seguidamente añadimos el tomillo, el romero, el palito de canela y la menta removiendo todo bien. Incorporamos la cebolla, el ajo del cuenco y el vino hasta que el alcohol se evapore o si utilizamos brandy podemos flambear.
Pasado unos minutos añadiremos la lata de tomate dejándolo en el fuego hasta que reduzca bastante, removiendo de vez en cuando.
Ahora vamos a hacer la bechamel que seguro que casi todos sabéis como se hace, en un cazo al fuego derretimos la mantequilla e incorporamos harina removiendo para que coja sabor. Vamos echando poco a poco la leche sin dejar de remover con una varilla, hasta que espese y si por casualidad os salen grumitos; yo suelo echarle un chorrito de leche más y sigo removiendo alejando y acercándolo al fuego para que no espese demasiado rápido (ese es mi truco, seguro que cada uno tendrá el suyo...). Cuando veamos que tenga una consistencia como una crema no demasiado espesa añadimos la nuez moscada y cuando quede un poco templada añadimos los huevos que le dará una consistencia y una cremosidad que os sorprenderéis.
A las berenjenas de antes, las lavamos bajo el grifo para quitar el exceso de sal y secamos con papel de cocina. Ponemos al fuego una sartén con un chorrito de aceite de oliva y vamos friendo las rodajas de berenjenas para poderlas trabajas mejor.
Cuando tengamos nuestras rodajas de berenjenas fritas, se coloca una capa en el fondo de un molde para horno, luego echamos el preparado de carne picada (retiramos el palito de canela pues ya ha hecho su trabajo), colocamos otra capa de berenjenas y completamos con la bechamel que teniamos reservada, espolvoreando todo con parmesano rallado.
Lo metemos al horno a 200º C unos 15 min. y 2 min. después a gratinar.
Para chuparse hasta los deditos de los pies!!!
Aunque muchos países mediterráneos han adoptado este plato un poco cada uno a su estilo es originario de Grecia y se elabora con carne de cordero aunque yo la suelo hacer con carne de ternera y cerdo.
Esta es la receta original; sencilla y como plato único para estos días de marzo viene muy bien.
Espero que os guste tanto como a mi y disfrutéis tanto en la elaboración como en la degustación.
Ingredientes:
2 o 3 berenjenas cortadas en rodajas de 1 cm. mas o menos
1 cebolla picada fina
2 dientes de ajos cortados en láminas
400 grs. de carne picada de cerdo, ternera o mixta
Una pizca hojas de romero picadas
Una pizca de tomillo seco
1 palito de canela
Un manojito de hojas de menta picadas
1/2 vaso de vino blanco, brandy u oporto
1 lata de tomate natural triturado
Queso parmesano recién rallado
Sal y pimienta
Aceite de oliva
Para la bechamel:
Una nuez de mantequilla
4 cuch. de harina aprox.
1 vaso de leche
Una pizca de nuez moscada recién rallada
2 huevos de gallina criada en libertad o ecológicos
Elaboración:
En primer lugar espolvoreamos bien con sal todas las rodajas de las berenjenas y las vamos colocando en un bol grande, esto hará que suelten toda el agua y no amarguen cuando las hagamos. Las dejamos mas o menos 1 hora.
Mientras tanto en una cazuela de fondo grueso con un chorrito de aceite de oliva, sofreimos los dientes de ajo y la cebolla picada hasta que veamos que están pochaditas. Luego apartamos a un cuenco el sofrito y ayudándonos con una cuchara volvemos a echar el mismo aceite del sofrito en la cazuela y sofreimos la carne picada, salpimentando ligeramente. Seguidamente añadimos el tomillo, el romero, el palito de canela y la menta removiendo todo bien. Incorporamos la cebolla, el ajo del cuenco y el vino hasta que el alcohol se evapore o si utilizamos brandy podemos flambear.
Pasado unos minutos añadiremos la lata de tomate dejándolo en el fuego hasta que reduzca bastante, removiendo de vez en cuando.
Ahora vamos a hacer la bechamel que seguro que casi todos sabéis como se hace, en un cazo al fuego derretimos la mantequilla e incorporamos harina removiendo para que coja sabor. Vamos echando poco a poco la leche sin dejar de remover con una varilla, hasta que espese y si por casualidad os salen grumitos; yo suelo echarle un chorrito de leche más y sigo removiendo alejando y acercándolo al fuego para que no espese demasiado rápido (ese es mi truco, seguro que cada uno tendrá el suyo...). Cuando veamos que tenga una consistencia como una crema no demasiado espesa añadimos la nuez moscada y cuando quede un poco templada añadimos los huevos que le dará una consistencia y una cremosidad que os sorprenderéis.
A las berenjenas de antes, las lavamos bajo el grifo para quitar el exceso de sal y secamos con papel de cocina. Ponemos al fuego una sartén con un chorrito de aceite de oliva y vamos friendo las rodajas de berenjenas para poderlas trabajas mejor.
Cuando tengamos nuestras rodajas de berenjenas fritas, se coloca una capa en el fondo de un molde para horno, luego echamos el preparado de carne picada (retiramos el palito de canela pues ya ha hecho su trabajo), colocamos otra capa de berenjenas y completamos con la bechamel que teniamos reservada, espolvoreando todo con parmesano rallado.
Lo metemos al horno a 200º C unos 15 min. y 2 min. después a gratinar.
Para chuparse hasta los deditos de los pies!!!
martes, 1 de marzo de 2011
Banana split
Reconozco que cuando hice este postre la primera vez y me dijeron que el plátano había que flambearlo, jo... me dije, a ver si no hago alguna trastada o quemo la cocina... jejejeje pero no pasa nada y si nunca lo habéis hecho os animo para que lo hagáis y no tengáis miedo que hay que echarle valor a las cosas y hay que probar a hacer de todo en la cocina...
Ingredientes:
1 plátano o 1 banana
Un buen chorro de brandy o de ron añejo
Nata montada, helado...
Sirope de chocolate
Elaboración:
Se pone al fuego una sartén un poco alta y de fondo pesado. Tostamos por las dos caras el plátano para que el azúcar de la fruta se caramelice. Cuando veamos que está ligeramente doradito por los dos lados incorporamos el licor y con un mechero y mucho cuidado de no quemaros le prendéis fuego (saldrá una llama muy grande pero no tengáis miedo baja enseguida pues el alcohol se evapora muy rápido. De todas formas tened cerca una tapadera de olla por si las moscas y por si os entra el pánico para que podáis tapar la sartén).
Servimos enseguida con un poco de nata montada, una buena bola de helado, sirope por encima... en fin las posibilidades son infinitas!!!
Nota: Este postre lo podéis hacer también con melocotones, albaricoques, ciruelas... etc!
Ingredientes:
1 plátano o 1 banana
Un buen chorro de brandy o de ron añejo
Nata montada, helado...
Sirope de chocolate
Elaboración:
Se pone al fuego una sartén un poco alta y de fondo pesado. Tostamos por las dos caras el plátano para que el azúcar de la fruta se caramelice. Cuando veamos que está ligeramente doradito por los dos lados incorporamos el licor y con un mechero y mucho cuidado de no quemaros le prendéis fuego (saldrá una llama muy grande pero no tengáis miedo baja enseguida pues el alcohol se evapora muy rápido. De todas formas tened cerca una tapadera de olla por si las moscas y por si os entra el pánico para que podáis tapar la sartén).
Servimos enseguida con un poco de nata montada, una buena bola de helado, sirope por encima... en fin las posibilidades son infinitas!!!
Nota: Este postre lo podéis hacer también con melocotones, albaricoques, ciruelas... etc!
Historia de la mermelada
La historia de la mermelada y de la confitería está unida íntimamente a los descubrimientos y aplicaciones de las mieles, melazas y azucares. Desde tiempos muy remotos ya se conservaban las frutas secadas al sol o mezcladas con mieles o siropes de las mismas frutas concentradas.
Los pueblos de la Edad Antigua confitaban con miel frutas, flores o semillas. En las mesas romanas se servían estas conservas dulces de "mensa segunda", es decir de postre. “Melimelum”, en latín, significa miel con manzana. Con el descubrimiento de la fabricación del azúcar, toma forma lo que actualmente llamamos mermeladas o confituras.
Para preparar mermeladas y confituras es necesario tener en cuenta que las frutas deben estar sanas y tener un grado similar de madurez.
La cantidad de azúcar, generalmente, se establece en mitad por mitad, o sea, por 100 gramos de fruta, 100 gramos de azúcar, pero para una preparación más ajustada habrá de tenerse en cuenta el tipo de fruta y su grado de madurez, dependiendo de la cantidad de líquido y de pectina que tenga la fruta. A más cantidad de líquido, menos azúcar, pues se evapora en el transcurso de la elaboración.
Existen dos tipos de cocción: en almíbar al punto de perla, en donde se sumerge la fruta en un almíbar, y requiere remover regularmente la fruta para que no se pegue, ver la consistencia de la mermelada, y al final de la cocción espumarla convenientemente.
La segunda forma para hacer una mermelada es cocer al mismo tiempo las frutas con el azúcar a fuego suave, removiendo para que no se pegue y prestando atención a la preparación hasta conseguir el punto deseado.
El envasado es muy importante ya que de él depende la correcta conservación del producto. En general, se deben elegir frascos de cristal con tapa metálica, a ser posible no muy grandes. El envasado debe hacerse obligatoriamente con la mermelada muy caliente ya que el calor contribuye a destruir los gérmenes. Estos tarros deben ser hervidos previamente, dejándolos secar boca abajo sobre un paño limpio. Una vez llenos los tarros con la mermelada caliente se cierran herméticamente y se ponen boca abajo para que se haga el vacío, para, después pasarlos durante unos minutos por el baño maría con lo que se habrá completado la operación de cerrado al vacío.
Hoy día podemos encontrar numerosas mermeladas de todos los tipos, no hay fruta que no se preste a su conservación. Su realización no es nada compleja aunque si delicada y requiere de mucha atención.
Los pueblos de la Edad Antigua confitaban con miel frutas, flores o semillas. En las mesas romanas se servían estas conservas dulces de "mensa segunda", es decir de postre. “Melimelum”, en latín, significa miel con manzana. Con el descubrimiento de la fabricación del azúcar, toma forma lo que actualmente llamamos mermeladas o confituras.
Para preparar mermeladas y confituras es necesario tener en cuenta que las frutas deben estar sanas y tener un grado similar de madurez.
La cantidad de azúcar, generalmente, se establece en mitad por mitad, o sea, por 100 gramos de fruta, 100 gramos de azúcar, pero para una preparación más ajustada habrá de tenerse en cuenta el tipo de fruta y su grado de madurez, dependiendo de la cantidad de líquido y de pectina que tenga la fruta. A más cantidad de líquido, menos azúcar, pues se evapora en el transcurso de la elaboración.
Existen dos tipos de cocción: en almíbar al punto de perla, en donde se sumerge la fruta en un almíbar, y requiere remover regularmente la fruta para que no se pegue, ver la consistencia de la mermelada, y al final de la cocción espumarla convenientemente.
La segunda forma para hacer una mermelada es cocer al mismo tiempo las frutas con el azúcar a fuego suave, removiendo para que no se pegue y prestando atención a la preparación hasta conseguir el punto deseado.
El envasado es muy importante ya que de él depende la correcta conservación del producto. En general, se deben elegir frascos de cristal con tapa metálica, a ser posible no muy grandes. El envasado debe hacerse obligatoriamente con la mermelada muy caliente ya que el calor contribuye a destruir los gérmenes. Estos tarros deben ser hervidos previamente, dejándolos secar boca abajo sobre un paño limpio. Una vez llenos los tarros con la mermelada caliente se cierran herméticamente y se ponen boca abajo para que se haga el vacío, para, después pasarlos durante unos minutos por el baño maría con lo que se habrá completado la operación de cerrado al vacío.
Hoy día podemos encontrar numerosas mermeladas de todos los tipos, no hay fruta que no se preste a su conservación. Su realización no es nada compleja aunque si delicada y requiere de mucha atención.
Mi versión del queso frito acompañado con salsa de fresas
Algunos de vosotros habréis oído hablar de esta receta y si habéis tenido la suerte de probarla es toda una delicia para los sentidos. La receta nació en Grecia pero muchos países la han adoptado como suyas cambiando el conocido queso feta por sus propios quesos. Esta versión es francesa y si habéis viajado a París segurísimo que lo habréis probado, pues es una auténtica delicatessen y muy caro, no apto para todos los bolsillos, pero tan fácil que lo podréis hacer en casa para una cena o como un entrante en el almuerzo.
Quien necesita comer fuera cuando podemos hacer este tipo de delicias en casa?? jejejejeje
Ingredientes:
500 grs. de queso brie cortado en cuadrados de unos 4 cm
Harina para rebozar
1 huevo ecológico
Pan rallado
Aceite de girasol
Mermelada de fresa o de arándanos
Unas gotitas de vinagre de módena
Un chorrito de aceite de oliva
Un pellizco de sal
Elaboración:
Disponemos en tres platos un poco de harina, en otro el huevo batido y en el último el pan rallado.
Calentamos en una sartén no muy grande un buen chorro de aceite de girasol.
Vamos pasando los dados de queso primero por la harina (para que coja consistencia y se adhiera bien el rebozado), luego pasamos ligeramente cada trocito de queso por el huevo batido y al final por el pan rallado (esto hará que forme una película protectora para cuando empecemos a freirlos no se derritan). Lo freimos en varias tandas en el aceite de girasol bien caliente un minuto por cada lado hasta que veamos que el rebozado está doradito.
Mientras en un cuenco echamos unas cuantas cucharadas soperas de mermelada y le añadiremos el pellizco de sal, el vinagre y un poquito de aceite de oliva, el vinagre ayudará a que los sabores de la fruta se intensifiquen, la sal a crear un sabor dulce-salado y el aceite de oliva a aligerar la salsa.
Vamos colocando los trocitos de queso sobre un plato con un pliegue de papel de cocina para que absorba el aceite sobrante y cuando tengamos todo el queso frito, lo servimos acompañado de nuestra salsa de fresas o arándanos. Plaisir authentique!!
Quien necesita comer fuera cuando podemos hacer este tipo de delicias en casa?? jejejejeje
Ingredientes:
500 grs. de queso brie cortado en cuadrados de unos 4 cm
Harina para rebozar
1 huevo ecológico
Pan rallado
Aceite de girasol
Mermelada de fresa o de arándanos
Unas gotitas de vinagre de módena
Un chorrito de aceite de oliva
Un pellizco de sal
Elaboración:
Disponemos en tres platos un poco de harina, en otro el huevo batido y en el último el pan rallado.
Calentamos en una sartén no muy grande un buen chorro de aceite de girasol.
Vamos pasando los dados de queso primero por la harina (para que coja consistencia y se adhiera bien el rebozado), luego pasamos ligeramente cada trocito de queso por el huevo batido y al final por el pan rallado (esto hará que forme una película protectora para cuando empecemos a freirlos no se derritan). Lo freimos en varias tandas en el aceite de girasol bien caliente un minuto por cada lado hasta que veamos que el rebozado está doradito.
Mientras en un cuenco echamos unas cuantas cucharadas soperas de mermelada y le añadiremos el pellizco de sal, el vinagre y un poquito de aceite de oliva, el vinagre ayudará a que los sabores de la fruta se intensifiquen, la sal a crear un sabor dulce-salado y el aceite de oliva a aligerar la salsa.
Vamos colocando los trocitos de queso sobre un plato con un pliegue de papel de cocina para que absorba el aceite sobrante y cuando tengamos todo el queso frito, lo servimos acompañado de nuestra salsa de fresas o arándanos. Plaisir authentique!!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)